Multitudinario fue el entierro del joven Eduardo Francisco Pilarte Aguilar, de 29 años, quien laboraba en su moto como repartidor de comida para la plataforma Pedidos Ya.
“¡Eduardo, Eduardo, Eduardo!, ¡Justicia, justicia, justicia!”, gritaron sus compañeros de trabajo mientras sostenían el féretro en lo alto, antes de que fuera sepultado.
Pilarte murió la noche del viernes 7 de enero en un accidente de tránsito cerca de los semáforos de Larreynaga en Managua, cuando fue impactado por la camioneta conducida a exceso de velocidad por Willians Osmar Pastrán Moreno, de 43 años.
Guardia de honor
El entierro salió la tarde de este domingo de la casa del joven en el barrio René Polanco hacia el cementerio Milagro de Dios. El recorrido bloqueaba el tráfico por donde pasara, debido a la cantidad de gente que acompañaba el féretro, incluidos seis buses.
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Cientos de motociclistas, también repartidores de comida de distintas aplicaciones, hicieron guardia de honor con sus motos cerca de la entrada del cementerio.
Los filarmónicos despedieron a “Guayo”, como era conocido el joven, y en el cementerio esperaban los mariachis, quienes recibieron el ataúd con la canción “Un puño de tierra”.
Asistía a la iglesia
Eduardo Pilarte era padre de un niño de 5 años. El día del accidente iba a dejar un pedido de comida cuando fue impactado por la camioneta. La moto del joven tomó fuego y su cuerpo quedó a varios metros del impacto.
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Colegas de Pilarte cargaron su féretro, mientras otros pitaban con sus motocicletas en la calle principal del cementerio. Otros quedaron afuera por la gran cantidad de gente que asistió. La mayoría grababa con sus celulares la despedida a “Guayo”.
Una pastora realizó unas oraciones y contó que el último día que Eduardo fue a la iglesia fue el 31 de diciembre, dándole gracias a Dios por haber terminado un año más. “Los que conocieron a Eduardo se llevan un buen recuerdo de él”, manifestó la religiosa.
Su abuelita Yolanda, su mamá Xiomara Aguilar, su esposa Heydi y su hijo David le dieron el último adiós al joven.