La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, urgió el sábado a China detener su “aventurismo militar”, en momentos que las tensiones entre las dos partes alcanzan su nivel más elevado en años.
China ha intensificado su presión militar y diplomática sobre Taiwán desde que Tsai llegó al poder en 2016, rechazando que la isla sea territorio chino.
Aviones militares chinos han realizado un número históricamente elevado de incursiones en la zona de defensa aérea taiwanesa en los últimos meses.
“El uso de medios militares absolutamente no es una opción para resolver las diferencias entre nuestras dos partes”, agregó Tsai.
Pekín considera a Taiwán parte de su territorio y ha prometido recuperarlo un día, incluso por la fuerza si fuera necesario.
El presidente chino Xi Jinping declaró en su mensaje de año nuevo que “la completa reunificación de nuestra madre patria es una aspiración compartida por el pueblo” en China y Taiwán.
El ministerio taiwanés de Defensa advirtió en octubre que las tensiones militares con China alcanzaron su nivel más alto en cuatro décadas, tras una cifra histórica de incursiones aéreas en su zona de defensa aérea.
Pekín también intensificó los esfuerzos por aislar a Taiwán del escenario internacional.
China considera que cualquier reconocimiento de independencia de Taiwán es una provocación y ha amenazado a los países que apoyan la autodeterminacion de Taipéi.
Como parte de su campaña, ha presionado para que los pocos aliados que le quedan a Taiwán cambien de bando.
Nicaragua recientemente reconoció a Pekín sobre Taipéi y China abrió el viernes una embajada en el país centroamericano.