Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, desde la parroquia St. Agatha Catholic Church en Miami, Estados Unidos, se refirió indirectamente al allanamiento ilegal que el régimen de Daniel Ortega, a través de su brazo represor la Policía, realizó a las instalaciones del Diario LA PRENSA, y condenó el autoritarismo irracional que pretenden crear sociedades de pensamiento único.
“Basta de autoritarismos irracionales que pretenden crear sociedades de pensamiento único, donde disentir es un delito. Basta de acciones represivas que impiden la libertad de expresión y atropellan los derechos humanos. Una sociedad no se puede construir sobre el irrespeto y el despojo de la dignidad y la libertad de las personas, ni sobre agresiones y allanamientos”, manifestó el religioso.
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Enseguida, monseñor Báez exhortó a cesar las palabras de odio que dividen y hieren a los ciudadanos.
Las instalaciones del Diario LA PRENSA fueron allanadas el viernes 13 de agosto, desde las 12:20 del mediodía y el secretario de la Junta Directiva de LA PRENSA está detenido en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como el nuevo Chipote, en Managua.
A los nicaragüenses exhortan a “no perder las esperanzas”
Enseguida, el obispo Báez y monseñor Rolando Álvarez, por separado, este domingo 15 de agosto —durante la solemnidad de la Asunción de la Virgen María— exhortaron una vez más a los nicaragüenses a “no perder las esperanzas”, a pesar de que Nicaragua vive momentos trágicos a causa del poder, de cara a las elecciones generales de noviembre venidero.
“Nuestros pueblos se parecen mucho a la Virgen María porque no se cansan de caminar, aún en medio del miedo y la incertidumbre, cargando su pobreza y padeciendo la injusticia, nuestro pueblo camina siempre, nos enseña que hay que caminar con el corazón lleno de esperanza y la confianza puesta en Dios”, manifestó monseñor Báez.
Por su parte, monseñor Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, desde la parroquia Nuestra Señora de la Asunción en Ocotal, Nueva Segovia, aseguró que el país se encuentra en una lucha encarnizada entre el bien y el mal, y lo asemejó al “dragón infernal” que “quiere acabar con todo lo que encuentra a su paso, que se enciende de furia y de ira ante todo aquello que represente un signo de esperanza”.
El religioso prosiguió y describió que “es una fuerza descontrolada y aparentemente devastadora, infernal que con su cola quiere barrer con la historia, imperar e imponerse en la historia cerrando toda puerta o ventana de esperanza”.
Álvarez: “La esperanza vence la desesperanza”
Enseguida, monseñor Álvarez afirmó que hoy la esperanza se levanta y se alza como el ave Fénix que remonta el vuelo: “Nos llenamos de fuerza, de energía, de vigor, de entusiasmo interior para gritar sin miedo en los templos, en nuestras casas, familias, caseríos, cascadas, quebradas, montañas y en nuestras ciudades que el amor ha vencido al odio, que la esperanza vence la desesperanza”, manifestó.
Y aseguró que “no nos robarán las fuerzas, no nos robarán la energía interior ni la tenacidad de construir una nueva Nicaragua, un cambio en nuestra sociedad, no nos robarán nuestros anhelos de paz, justicia y libertad”, y por eso, insistió a unirse a los llamados para gritar sin miedo que “el pueblo nicaragüense está vivo, y seguirá vivo porque es un pueblo que cree, que lucha, que trabaja por su dignidad”.
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Añadió que se debe “gritar sin miedo”, puesto que los nicaragüenses “somos dignos somos libres, que porque somos libres no tenemos miedo, y porque no tenemos miedo seguiremos creyendo, esperando y trabajando por nuestra paz y libertad. Somos un pueblo que somos capaces de resurgir hasta de las cenizas porque la libertad viene del pueblo, no es una dádiva ni regalo de nadie, ni es algo que pueda quitar el poder ni la explotación”.