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Juan Vita busca su primera victoria en amistosos con la Azul y Blanco. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

Lo bueno y lo malo del proceso de Juan Vita en la Azul y Blanco

El seleccionador argentino Juan Vita no pasó su prueba de fuego al no sar el salto de calidad en el combinado nacional

Dentro de dos meses finaliza el año contrato de Juan Vita en la Azul y Blanco. Con él al mando la tropa nacional acumuló dos victorias, dos empates y dos derrotas. Sobre la balanza pesan más las contribuciones colectivas que individuales. Bajo ese criterio el seleccionador no pasó la prueba en la Azul y Blanco. El técnico argentino incorporó a nuevos jugadores y rescató a algunos olvidados, pero no consiguió lo más importante: trascender en el desempeño futbolístico, que se vio inalterable al no provocar ningún impacto en el juego y rendimiento a nivel grupal.

Jugadores reivindicados

El argentino confió en jugadores descartados y añadió otros que habían estado fuera del radar. Denis “el Pulpo” Espinoza regresó a la Azul y Blanco después de siete años de ausencia. El portero sanmarqueño había sido apartado porque supuestamente estaba implicado en amaños de partidos, algo que nunca se comprobó. Vita decidió tomarlo en cuenta y respondió a la confianza con buenas actuaciones desde el primer partido donde evitó la derrota ante Guatemala en el debut del seleccionador. El Pulpo demostró que a pesar de los años y el tiempo fuera, su nivel competitivo se mantiene alto.

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Henry García había sido apartado en el anterior proceso y Vita apostó por él. El pequeño volante capitalino se convirtió en una sensación en los primeros tres partidos en lo que fue desequilibrante y marcó diferencia en el juego, aunque en la eliminatoria prácticamente no lo utilizó. No obstante, García demostró que tiene condiciones para ser tomado en cuenta.

Matías Belli y Douglas Forvis se integraron a la Azul y Blanco en el proceso de Vita. Se podría decir que es el único legado del técnico argentino, sobre todo el volante nacido en Noruega de madre nicaragüense. Belli, de 23 años, era un desconocido y ahora se proyecta como un jugador importante a corto plazo, al igual que el portero Forvis, quien ya había tenido acercamiento en el anterior proceso pero por diferentes motivos no pudo incorporarse.

Un paso atrás

Henry Duarte sacó a la Azul y Blanco de su propia área llevándole a arriesgar y proponer sin importar el rival, cambiando su imagen internacional de una selección sin capacidad para jugar, a una de un crecimiento constante. La Azul y Blanco perdió la vocación ofensiva y dejó de proyectar evolución futbolística con Vita, quien en las grandes citas propuso todo lo contrario y no causó ningún gran impacto.

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Juan Barrera, Carlos Chavarría y Byron Bonilla, sobre todo los dos últimos, estuvieron alejados del área contra Haití el martes con muy pocas oportunidades de desbordar para intentar hacer daño como hacían anteriormente ante grandes selecciones. El mayor peligro de Nicaragua se genera cuando sus jugadores más habilidosos están en contacto con el balón en zonas de peligro y por esa razón Barrera se convirtió en el máximo goleador histórico (21) y Chavarría está a un gol de igualar en el segundo lugar a Emilio Palacios.

Barrera y Ariagner Smith son los máximos goleadores de la era Vita, pero hay una clara diferencia entre ambos.  Chavarría marcó a Jamaica y Barrera asistió el tercer gol. Chavarría anotó Bolivia y Barrera le hizo un triplete a Haití. Ahora esos mismos jugadores pasaron inadvertidos contra los adversarios más fuertes que se midieron en la era Vita: Guatemala dos veces, Honduras y Haití quedando en dos empates y dos derrotas con un gol a favor y dos en contra. Jamaica dos veces, Costa Rica, y Trinidad y Tobago de Kenwyne Jones fueron los primeros adversarios de nivel de Duarte, quien sacó una victoria, empató uno y perdió dos con tres goles a favor y cuatro en contra.

Vita no logró hacer ni un cambio visible desde lo futbolístico porque atacó menos y eso se reflejó en los resultados dejando una pobre imagen e intensidad en el juego que no tendrá ninguna repercusión en el futuro de la Azul y Blanco como en la etapa de Duarte, quien en la anterior eliminatoria llamó la atención de las selecciones de Costa Rica, Trinidad y Tobago, Honduras, Panamá, El Salvador, Curazao de los hermano Bacuna, Leandro y Juninho, entre otras, quienes vieron un adversario con capacidad de exigirle a diferencia de ahora.

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