Francisco Arellano Oviedo, escritor, lingüista y presidente de la Academia Nicaragüense de la Lengua, falleció la tarde de este sábado 24 de abril, dio a conocer Pedro Xavier Solís, el vicepresidente de dicha entidad académica a través de un comunicado.
Arellano Oviedo es autor del Diccionario del español de Nicaragua. Ha sido reconocido con el Premio Nacional Rubén Darío. Y en noviembre del 2020 presentó su último libro: Versos para loar a nuestra Madre.
Dicho comunicado, también firmado por Auxiliadora Rosales, secretaria académica, lamentó la pérdida para Nicaragua del “humanista, maestro de generaciones y gran impulsor de la cultura y la unidad lingüística del español”.
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Rosales precisó a LA PRENSA la causa del fallecimiento de Arellano Oviedo, quien estuvo internado en las últimas semanas en el Hospital Carlos Roberto Huembes a causa del Covid-19, aunque “superó el tratamiento” le quedaron afectados los pulmones. El académico falleció a las 2:53 p.m. debido a un “accidente cerebrovascular”, agregó Rosales.
“Es una gran pérdida. Era un gran editor de libros en su editorial Pavsa. Los miembros de la academia estamos de luto”, expresó por su lado el escritor y también académico Carlos Tünnermann. “Arellano Oviedo se formó con los salesianos y con ellos estudió latín, griego, filosofía y teología. Iba a ser sacerdote, terminó todos los estudios pero al final decidió llevar una vida secular”, agregó.
También destacó su participación en las ediciones de los diccionarios de la Real Academia Española (RAE), el Diccionario Panhispánico de Dudas, el Diccionario de Americanismos y en un volumen de la RAE sobre la ortografía de la lengua española.
En tanto René González, presidente del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, se mostró consternado por esta “irreparable pérdida” para su familia, los académicos y el país. González, asimismo, lo recordó como su maestro, cuando recibió clases de español en sexto grado del Colegio Centro América.
Honras fúnebres y homenaje póstumo
Sus restos se prepararán en Sierra de Paz este domingo 25 de abril por la mañana. Luego saldrá una caravana de académicos, familia y amigos cercanos hacia Jardines del Recuerdo, donde habrá una misa de cuerpo presente, posteriormente será enterrado. Se recomienda tomar las medidas de bioseguridad, usar mascarillas y guardar el debido distanciamiento, agregó Rosales.
El próximo martes, los académicos realizaran, vía Zoom, una sesión especial en su homenaje, el cual será transmitido en el Facebook de la academia.
Arellano nació en Granada el 14 de noviembre de 1941 y se distinguió como escritor, poeta, ensayista, lexicógrafo y editor.
Solís recordó a Arellano como su maestro y una persona de gran relevancia en el ámbito intelectual de Nicaragua. “Así lo demostró en los diferentes cargos como secretario ejecutivo, secretario de publicaciones, secretario de Junta Directiva, y dos períodos como director de nuestra Corporación”, refiere el comunicado.
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Lo destacan como un académico que “contribuyó a renovar, consolidar y proyectar la institución a nivel nacional e internacional, a mantener la unidad, respeto y fraternidad de sus miembros, facilitando el desarrollo y avance de la agenda académica”.
Por lo que “deploran el fallecimiento” y ha procedido a informar de su deceso a los académicos de número, correspondientes y honorarios, incluyendo a la Real Academia Española y a las academias asociadas en Asale de América, Europa, Asia y África.
Sobre él
Francisco José Arellano Oviedo ocupó la silla B como académico de la lengua, a partir del 18 de abril de 1995. Y su discurso de ingreso se tituló El objeto de la gramática: evolución y conveniencia de la función normativa.
Ocupó el cargo de secretario de publicaciones (1996-1998), secretario ejecutivo (1998-2002), secretario (2002-2007; 2007-2011) y director desde 2011.
Licenciado en Ciencias de la Educación, con posgrado en Currículo y formación en Lenguas Clásicas y Filosofía. Fue maestro de idiomas de generaciones. Fue presidente del consejo editorial de la revista Lengua y editor de Publicidad Arellano Vásquez, S.A.
Representó a su país en la Comisión Interacadémica del Diccionario panhispánico de dudas, del Diccionario de americanismos, de la Ortografía, y del Diccionario de la lengua española para la XXIII edición.
En el rotativo Prensa Libre de Guatemala mantuvo la columna Cálamo currente y en La Prensa Literaria de Nicaragua, “Nuestra lengua viva”.
Obras y premios
Autor de libros de poesía, teatro y cuentos. Pero su nombre ha brillado con la publicación del Diccionario del español de Nicaragua.
Recibió los primeros premios de poesía centroamericana (1970 y 1971) en Guatemala; la Placa de Reconocimiento por su obra Entre la sangre y el agua (1977), otorgada por la Universidad Centroamericana; la Placa de Reconocimiento del Centro Nicaragüense de Escritores (2003); el Premio Nacional Rubén Darío (2005), y el Güegüense de Plata (2007) de la Fundación Mejía Godoy por su obra lexicográfica.
Durante el VII Congreso Internacional de la Lengua Española, participó en la presentación de la edición conmemorativa de Rubén Darío: Del símbolo a la realidad.