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Mientras el régimen de Daniel Ortega afianza su lazo de amistad y cooperación con Irán, de cuyo país promete traer tecnología, innovación y fomentar la investigación, al tiempo que da la espalda a Estados Unidos, Costa Rica celebra la llegada de la estadounidense Amazon, que estrenó en ese país una oficina de web services, mediante la cual se potenciará la mano de obra calificada costarricense y de cuya economía el gigante tecnológico resaltó su clima de negocio y competitividad.
A criterio de analistas, Ortega lo que hace son alianzas políticas, más que tecnológicas y de inversión, con la finalidad de llevarle la contraria a Estados Unidos, al que considera su perpetuo enemigo. Irán también es un acérrimo adversario de EE. UU., el primer mercado de exportación de Nicaragua.
“La noticia de apertura de la sede de Amazon Web Services en Costa Rica es una prueba fehaciente de que el capital humano costarricense es talentoso, resiliente y está capacitado en áreas profesionales de alta demanda de la industria 4.0. Además, evidencia que nuestro país cuenta con un clima de negocios óptimo para aquellas empresas extranjeras en búsqueda de sedes que les permitan incrementar sus eficiencias para llevar a cabo operaciones productivas exitosas, seguras e innovadoras”, dijo Andrés Valenciano, ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, según cita la nota de prensa emitida por Amazon, y que publica en su edición digital La Estrella de Panamá.
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“Llegamos (a Costa Rica) con una oficina completa que abarcará desde venta hasta arquitectos de soluciones, servicios profesionales, entrenamiento; son distintas las áreas que estarán con nosotros”, dijo Marcos Grilanda, director regional de Amazon Web Services (AWS).
La otra cara de la moneda
En tanto, en Nicaragua, el memorando de entendimiento fue suscrito por el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología (Conicit) y el Parque Tecnológico Pardis de la República Islámica de Irán, cuyo contenido del mismo no fue detallado. Lo único que se dijo es que era para trabajar en colaboración en investigación, tecnología e innovación.
“El señor Mahdi Safarinia, presidente del Parque Tecnológico Pardis, puso a disposición de Nicaragua la experiencia de Irán en tecnologías médicas hospitalarias, así como seguridad cibernética”, celebró el 10 de marzo la vocera del régimen de Ortega, Rosario Murillo, en su acostumbrada alocución de mediodía.
En septiembre de 2019, la Asamblea Nacional firmó un acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones entre los gobiernos de Nicaragua y de la República Islámica de Irán, pese a que este país está sancionado por Estados Unidos y todo el que mantenga relaciones comerciales con esa nación asiática se expone a cortar relaciones con EE. UU.
Nicas no deben esperar nada
Para el economista Juan Sebastián Chamorro, este acuerdo que entabló Ortega con Irán es una relación política sin ningún significado económico para la población. Chamorro dice que no existe comparación entre los avances que implementa Costa Rica con socios más cercanos como Estados Unidos, en contraposición a los acuerdos que hace Nicaragua con países lejanos.
“Irán es un país que tiene una base productiva con base a hidrocarburos y nada más, esto es una relación más política que no tiene ninguna importancia para el bienestar de los nicaragüenses. Ya quisiéramos los nicaragüenses tener una relación con empresas como Amazon, que nos abriría muchas oportunidades”, observó.
Chamorro advierte que Nicaragua debería estar aprovechando que el mundo ha cambiado después de la pandemia y se podría aprovechar para hacer negocios con socios más cercanos y con mejores accesos comerciales que China. Asimismo, el economista afirma que para Ortega es típico hacer acuerdos políticos disfrazados con temas de investigación. “La verdad es que el comercio mundial se mueve por las demandas de los mercados y no veo qué tipo de investigación conjunta se pueda hacer con Irán, un país que es altamente antidemocrático, represivo, que ha matado gente en manifestaciones, igual que aquí, entonces esas cosas que tienen en común las quieren disfrazar con acuerdos políticos dizque de investigaciones”, argumentó.
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La razón de por qué Costa Rica saca ventaja
Nicaragua ha mantenido atrasos en salud, educación y en muchas otras áreas desde los años ochenta, dice el político Eliseo Núñez, mientras Costa Rica comenzó su cambio en la matriz económica desde esa década, producto de los altos niveles de educación que ellos sí tenían. “Nicaragua gastaba 70 por ciento de su presupuesto en la guerra, Costa Rica se gastaba el 50 por ciento del presupuesto en educación y salud, entonces definitivamente ahí se encuentra la diferencia”, sostuvo.
Núñez apuntó que no es solo el anacronismo de Ortega de pensar que está en la Guerra Fría, de seguir viendo al mundo capitalista como su enemigo y seguir creyendo que hay una alternativa al capitalismo, cuando no la hay por ahora. “Corea del Norte y Moldavia son los dos países que quedan en el mundo que practican el comunismo de manera casi pura, entonces el tema final es que Ortega se encuentra en ese anacronismo, peleando contra el capitalismo y así ha destruido la economía del país en los años 80 y ahora también”, argumentó.
La recuperación económica de Nicaragua de la cual habla Ortega durante sus 16 años de gobierno no es nada distinta de la que tuvo Enrique Bolaños y Arnoldo Alemán durante sus mandatos. “Para que te des una idea, en el período entre Alemán y Bolaños la economía creció en promedio anual 3.9 por ciento y en promedio en los primeros 10 años de Ortega creció 4.2 por ciento, es decir, no hay ningún salto de rana, porque Ortega siguió haciendo lo mismo que los presidentes antecesores, lo único diferente que hizo fue destruir la institucionalidad del país y meternos en una crisis sociopolítica como en la que estamos hoy”, repudió.
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El único avance que ve Núñez entre Nicaragua y Irán es que este último le enseñe cómo evadir las sanciones de Estados Unidos, porque tiene más años de estar sancionado. “Irán es un país tan atrasado que tiene unas reservas petroleras inmensas y hay escasez de combustible, es decir, son países extractores incapaces de convertir su materia prima en materia para ellos mismos, mucho menos para el resto del mundo, o sea, es un país petrolero que tiene escasez de combustible, eso es absurdo, que es por bloqueo o por sanciones”, dijo.
Y se cuestiona sobre por qué Irán no desarrolla su propia tecnología. “Si el modelo económico alternativo es tan bueno, por qué no desarrollan con sus científicos la tecnología que ameritan y así podrían abandonar la necesidad de comprarle al mundo occidental, porque no pueden, porque no saben, porque son incapaces, y en medio de esa incapacidad hay un acuerdo entre mediocres que manejan Irán y los que manejan Nicaragua, donde figura Ortega”, señaló.
Acuerdos son un realismo mágico
Los acuerdos que realiza Nicaragua con países como Irán y la República Árabe Saharaui Democrática, son como el realismo mágico del que habla el difunto escritor Gabriel García Márquez, a criterio del exdiplomático Mauricio Díaz. “Estos países han venido a Nicaragua a firmar convenios de intercambio cultural, científico, deportivo, pero le repito, no existen y lo hacen simplemente por solidaridad con movimientos de izquierda, que son una herencia de la época del colonialismo, y en este caso porque es en solidaridad con el Frente Polisario y lo que quedó de las reminiscencias de los países no alineados, con los que Nicaragua tenía una relación muy activa en la época de la Guerra Fría”, observó.
El Frente Polisario es una organización militar y política del Sahara Occidental que surgió alrededor de 1970, que luchaba por acabar con la ocupación ilegal de Marruecos en el Sahara Occidental y lograr que la autodeterminación del pueblo saharaui y la independencia de su patria, de acuerdo con información de cultura general.
“La relación de Irán con Nicaragua yo la veo para desafiar al enemigo común de los iraníes y sandinistas, que son los Estados Unidos, porque en términos prácticos, a nosotros no nos ha servido como nación ese tipo de relaciones, ni en materia de intercambio comercial, ni con los anuncios que hicieron en el pasado de regalar una policlínica, cosa que nunca hicieron”, manifestó el exdiplomático.