El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, definió un enfoque integral para promover “una migración segura y ordenada” entre la región centroamericana y América del Norte, con el cual pretende trabajar con los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado para establecer una estrategia que busca abordar las causas fundamentales de la migración en la región y orientar acciones para mejorar la situación en estos países, así lo plantea una orden ejecutiva sobre la migración regional en América del Norte y Central.
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Además de abordar problemáticas como la pobreza, los altos índices de violencia e inseguridad que empujan las migraciones, el demócrata buscaría construir, fortalecer y ampliar el asilo, el reasentamiento y la capacidad de otros sistemas de protección en los países del América del Norte y Central.
Una de las propuestas que plantea, según declaraciones del Secretario de Estado, Antony J. Blinken en un documento oficial, es aumentar las oportunidades de las personas vulnerables para obtener protección más cerca de su lugar de residencia.
Mejorar las vías legales para migrar a los Estados Unidos es otro de los puntos que abordaría la política de Biden, según una nota de prensa publicada del Departamento de Estado de Estados Unidos. En la misma, se plantea que el país norteamericano tiene la firme determinación en primera instancia de identificar e implementar “todas las formas de alivios jurídicamente disponibles y adecuados para complementar la protección ofrecida por el Programa de Admisión de Refugiados de los Estados Unidos”.
La evaluación incluiría la coordinación entre los Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional encaminada adoptar las medidas necesarias para reinstaurar y mejorar el Programa de Menores de América Central y buscar formas de promover la unidad familiar a través de programas humanitarios estadounidenses.
Probabilidad de suspender ACA
El documento menciona también que el Gobierno de Estados Unidos tiene la intención de suspender y cancelar los Acuerdos de Cooperación de Asilo (ACA) bilaterales con los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras. El acuerdo fue firmado en septiembre pasado y entró en vigencia el 15 de diciembre cuando aún Donald Trump era el presidente norteamericano.
El acuerdo consiste en que además de deportados salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, los tres países centroamericanos comenzarían a recibir migrantes de otras nacionalidades y bloquear cualquier opción de gestión o solicitud de asilo en Estados Unidos.
“La suspensión de estos acuerdos refleja nuestras obligaciones, en virtud de la legislación estadounidense e internacional, de proteger a los refugiados y es coherente con nuestro compromiso de prestar asistencia humanitaria, respaldar las iniciativas en materia de protección y desarrollar la capacidad de asilo en estos países”, señala el documento.
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“Estamos trabajando con objeto de establecer y ampliar un enfoque cooperativo y de respeto mutuo para gestionar la migración en toda la región, que esté en consonancia con nuestros valores nacionales y respete los derechos y la dignidad de cada persona”, cita parte de la nota de prensa.
Mejora de la gobernabilidad y Estado de Derecho
La administración Biden apuesta a trabajar con los asociados de la región para hacer frente a las causas fundamentales que obligan a las personas a migrar, incluyendo la mejora de la gobernabilidad y el Estado de Derecho, la lucha contra la corrupción y la impunidad, el abordaje de los factores climáticos que influyen en la migración y el respeto de los derechos humanos. Finalmente, Estados Unidos enfatiza en que es fundamental la cooperación internacional para garantizar una migración “segura, ordenada y humana”.