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Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, en su primera aparición del año frente al Teatro Rubén Darío, en Managua, el lunes 11 de enero, 2021. Foto tomada de los medios de comunicación oficialistas

Ortega consigue US$80 millones del Banco Mundial por huracanes bajo estricta supervisión

El régimen de Daniel Ortega ha logrado destrabar en casi dos meses 100 millones de dólares, luego de dos años de sequía financiera en los organismos financieros multilaterales tras la represión de abril del 2018.

El régimen de Daniel Ortega consiguió en el Banco Mundial, bajo estricta supervisión, un préstamo por 80 millones de dólares  para apoyar la respuesta y necesidades de recuperación de Nicaragua tras el impacto de los huracanes Iota y Eta, monto que se viene a sumar a otros   20 millones de dólares que en diciembre pasado el mismo organismo le aprobó para atender la emergencia del Covid-19.  En ambos empréstitos, el organismo decidió involucrar una agencia de Naciones Unidas, un esquema que no existía antes del 2018.

Es decir que menos de dos meses, Ortega, que acumulaba dos años sin nuevos financiamientos de este organismo tras la represión de abril del 2018, ha logrado destrabar 100 millones de dólares en el contexto de la pandemia y los huracanes que azotaron en noviembre del año pasado.

El crédito, que servirá para financiar el programa denominado  “Proyecto de respuesta de emergencia a los huracanes Eta e Iota de Nicaragua”, vendrá  bajo estricta supervisión. El mismo, según el comunicado divulgado por el Banco Mundial en su sitio web, se ejecutará “en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Además, el Proyecto cuenta con estrictos requisitos fiduciarios para garantizar que todos los recursos sean utilizados de la forma más eficiente en beneficio del pueblo de Nicaragua”.

Iván Acosta, titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, expresó: “Los huracanes agravaron los desafíos económicos y sanitarios impuestos por la pandemia de la Covid-19. De tal forma, debemos seguir brindando ayuda de emergencia oportuna a la población afectada, además de ayudarlos a reconstruir sus comunidades de una manera resiliente”, cita el comunicado.

El pasado 24 de noviembre, Acosta estimó en daños materiales por los huracanes, que impactaron en categoría cinco, un monto preliminar de 742 millones de dólares y que al menos tres millones de personas estuvieron expuestas principalmente en las zonas de la Costa Caribe Norte, el Triángulo Minero, Nueva Segovia, Jinotega y Chinandega.

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Los apoyos económicos que hasta la fecha los organismos financieros internacionales, con excepción del Banco Centroamericano de Integración Económica, han aprobado a Ortega contemplan  involucrar a entidades de Naciones Unidas, un mecanismo que por primera vez implementó el Banco Interamericano de Desarrollo y luego el Fondo Monetario Internacional.

Al respecto,  el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Mauricio Díaz, destaca que estas decisiones indican que la cooperación internacional conoce la naturaleza del régimen de Nicaragua y condiciona el otorgamiento de sus fondos.

“Me parece una buena noticia ya que trae garantizada la fiscalización y control en el uso de esos fondos, por un órgano especializado de Naciones Unidas, como es la UNOPS. Evitar la manipulación partidaria en año electoral será un desafío en nuestro país donde la confusión Estado-partido-familia es una patente de corzo en el uso y abuso de la cosa pública. Los afectados por los huracanes en el Caribe necesitan atención de emergencia”, dijo.

Para el economista Juan Sebastián Chamorro es una excelente noticia que  el préstamo no sea manejado solo por  la administración del Gobierno Orteguista, lo que indicaría  que el Banco Mundial  “no confía en la dictadura”,  tras agregar que significa que el BM está ayudando como organización de reconstrucción y de fomento, pero no por la vía comúnmente utilizada, que es dándole el préstamo a una instancia de Gobierno para que esta la ejecute, sino que se hará involucrando a una organización de Naciones Unidas.

“Lo que  están diciendo es que  lo  van  a ejecutar por la agencia de Naciones Unidas encargada de la administración de proyectos, esto quiere decir que  ellos van a hacer las contrataciones, las compras, ellos van a ser la  administración fiduciaria del préstamo”, explicó.

El “proyecto de respuesta de emergencia a los huracanes Eta e Iota de Nicaragua” ayudará al país en su respuesta frente a los desastres y con el restablecimiento de servicios y actividades económicas en sectores críticos tras el paso de estos huracanes, refirió el Banco. Además este  tiene un plazo de madurez de 30 años, incluido un período de gracia de 5 años.

El documento manifiesta que el proyecto dará prioridad a los esfuerzos del país en las Regiones Autónomas de la Costa Caribe, golpeadas por el efecto conjunto de ambos huracanes. “Esta zona se caracteriza por tener la mayor incidencia de pobreza extrema en el país, lo que hace de su población -gran parte indígenas y afrodescendientes especialmente vulnerables a los efectos de choques externos. El Proyecto financiará actividades de rehabilitación y reconstrucción resiliente de infraestructuras prioritarias públicas y comunitarias”, señala el BM en su comunicado.

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El proyecto también se centrará en recuperar el ingreso económico de las poblaciones afectadas que ejercen actividades económicas críticas, con foco en el sector de la pesca en pequeña escala. Las comunidades afectadas y sus representantes estarán involucrados en la priorización de las actividades, de manera que éstas se ajusten a sus necesidades y preferencias culturales.

“Los huracanes afectaron a algunas de las comunidades más vulnerables de Nicaragua y la consecuente interrupción del acceso a servicios básicos y medios de vida es motivo de especial preocupación”, dijo Kinnon Scott, representante del Banco Mundial en Nicaragua. “Trabajaremos estrechamente con Nicaragua para ayudar a la recuperación de estas comunidades”, apuntó.

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