Las actividades económicas en noviembre resintieron el impacto de los huracanes Iota y Eta, lo que profundizó ligeramente la contracción ya acumulada hasta octubre del 2020, según la reciente divulgación del Banco Central de Nicaragua sobre la evolución del Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) correspondiente al penúltimo mes del año pasado. En total 12 actividades económicas cerraron ese mes en negativo.
Según el reporte, en noviembre, en el contexto de los huracanes, las actividades económicas cayeron en promedio 5.7 por ciento, antes de impuestos, mayor al -0.2 por ciento que se había registrado en octubre, lo que refleja el impacto que ambos fenómenos naturales tuvieron en la economía.
Eso provocó, entonces, que el IMAE acumulado entre enero y noviembre se deteriorara a -3 por ciento, el cual suaviza su contracción a -2.8 por ciento si se incorpora el efecto de los impuestos sobre el indicador. “Los resultados indican que en noviembre la actividad económica se vio afectada por el impacto de los huracanes Eta e Iota”, indica el reporte del BCN.
Pero ¿qué actividades económicas fueron sacudidas sobre los huracanes y la pandemia? y ¿cuáles reaccionaron mejor? Según el reporte del máximo emisor bancario las actividades que están en el eslabón primario, es decir las vinculadas con el campo, fueron las que experimentaron descenso principalmente por los efectos de los ciclones. Entre las más dañadas figuran pesca acuicultura, explotación de minas y canteras, pecuario, silvicultura y extracción de madera y agricultura.
En noviembre, la agricultura cayó 1.2 por ciento, pero debido a que en los primeros meses del año había logrado sortear el impacto de la pandemia, este promedió hasta el penúltimo mes del año 3.7 por ciento. Durante el mes golpeado por los huracanes, en el campo el BCN dice que hubo menores labores y producción en los cultivos de
tabaco, sorgo, frijol, maíz y soya, entre otros cultivos.
La actividad pecuaria cayó 1.8 por ciento, pero su promedio de año se ubicó en 3.7 por ciento de crecimiento, un comportamiento similar al indicador anterior. En noviembre, según el BCN, hubo menos actividad relacionada con el sector vacuno, matanza porcina y avícola. Pero hubo aumentos en la producción de leche y huevos, los que no fueron suficientes para evitar la caída del IMAE del sector pecuario.
La silvicultura y extracción de madera, que ya venía afectada, en noviembre cayó 1.2 por ciento, lo que ocasionó que su acumulado a ese mes se situara en -1.2 por ciento. En el mes de referencia, según el máximo emisor bancario, hubo menor extracción de madera y leña.
Fue la pesca y acuicultura las más golpeada por los huracanes, lo que ocasionó que esta actividad se desplomara 40.7 por ciento en noviembre, para un promedio de año de -4.2 por ciento. El BCN dice que debido a las afectaciones directas de los ciclones hubo una disminución en captura de pescado, camarón, langosta, pulpo y cangrejo. A eso e suma que el pepino de mar continuó en veda ese mes.
También la explotación de minas y canteras exhibió una caída de 28.2 por ciento, para un promedio de año de contracción de 5.9 por ciento. En el penúltimo mes del año se extrajo menos oro, plata, piedra cantera, piedra triturada, cal, hormigón, yeso, material selecto, entre otros.
La industria manufacturera no se queda atrás. El IMAE de este sector cayó 8.4 por ciento en noviembre para un acumulado de -3.4 por ciento. Solo en ese mes, hubo menor producción de azúcar, carnes y pescados, bebidas y productos no metálicos, entre otras. Eso sí, en ese mes se registró mayor producción en la elaboración de productos de tabaco, muebles, textiles, maquinaria y equipos, entre otras actividades.
La construcción se desplomó 5.3 por ciento, pero su acumulado es positivo con un 2.2 por ciento, según el BCN. En el penúltimo mes del año. Hubo menos producción de cemento, arena, piedra cantera, adoquines, piedra triturada, y madera.
En tanto, el sector de energía y agua cayó 16.2 por ciento, lo que ocasionó que hasta noviembre el indicador de esta actividad se ubicara en un negativo 15.7 por ciento. Esto debido a menor generación de energía eléctrica (-18 por ciento), pero hubo aumento en el suministro de agua, alcantarillado, gestión de desechos y actividades de saneamiento (2.2 por ciento).
Un sector que aún sigue muy afectado es hoteles y restaurantes, que en noviembre cayó 37.4 por ciento, para un acumulado negativo de 32.4 por ciento, el peor desempeño dentro de todas las actividades económicas que analiza este indicador. Esto está en concordancia con la contracción del turismo, que está golpeado por la ausencia de viajeros internacionales.
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Por su parte, el transporte y comunicaciones se contrajo en noviembre 2.9 por ciento, ubicando el acumulado en 8.3 por ciento. Eso debido a una caída en la actividad de transporte de 10.4 por ciento, lo que no pudo ser contrarrestado por el crecimiento de 5.8 por ciento en los servicios de comunicaciones.
Atrás no se queda la intermediación financiera y servicios conexos, que en noviembre se redujo 10.6 por ciento para un promedio anual de contracción de 16.5 por ciento. Solo en ese mes el sector pudo mejorar su captación de depósitos y dio menores entregas de créditos, pero aún los saldos crediticios por actividades siguen siendo negativos sobre todo en el destino comercial y de consumo.
En los depósitos, el BCN, dice que la banca pudo captar más dinero del público en moneda extranjera en concepto de ahorro,mientras que en moneda nacional se observó mayores captaciones en depósitos a la vista.
Otros servicios cayó 3.8 por ciento, para un promedio de año de 4.2 por ciento. Esto debido a menores servicios empresariales, actividades de servicios comunitarias, sociales y personales, y servicios de mantenimiento y reparación.
Los pocos que crecieron
El comercio se mantuvo con un crecimiento de 3.1 por ciento en noviembre, lo que propició que su indicador acumulado a ese mes se ubicara en 5.3 por ciento. Esto debido a aumentos en la modalidad de comercio al por mayor, así como al por menor, según reporta el BCN.
Con menor incidencia en la formación del indicador, los servicios de propiedad de vivienda repuntaron 1.2 por ciento, pero eso no evitó una caída de 0.6 por ciento en término acumulado. En el penúltimo mes del año hubo mayores alquileres de bienes raíces residenciales y no residenciales.
La administración pública y defensa repuntó en noviembre 2.1 por ciento, lo que ocasionó que su promedio anual se situara en ese mismo nivel. Esto debido a los mayores servicios que ofrecieron el gobierno y la seguridad social a la población.
Por su parte, el IMAE de enseñanza creció un tímido 0.1 por ciento, debido a la más programas y actividades desarrolladas por las escuelas pública. Eso ocasionó que el promedio de año se situara en 1 por ciento.
Y finalmente, el sector salud repuntó 1.3 por ciento, propiciando que su acumulado a noviembre fuera de 2.3 por ciento. “ Individualmente, los servicios de salud no de mercado crecieron 0.3 por ciento”, según explica el BCN.
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