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CONTENIDO EXCLUSIVO.El préstamo aprobado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Nicaragua no es un cheque en blanco al régimen de Daniel Ortega, advirtieron ayer analistas, que llamaron a la empresa privada y a la sociedad civil a estar vigilantes para evitar que estos recursos, al menos la parte que quedará depositada en el Banco Central, se desvíen para financiar la represión. Otros creen que el comunicado implícito emitido por el Fondo, en términos sencillos reflejaba que el régimen está quebrado financieramente.
El viernes 20 de noviembre, el directorio del FMI aprobó un paquete de financiamiento de emergencia de 185.32 millones de dólares, de los cuales la mitad de ellos van a ser manejados directamente por el régimen orteguista, que fueron solicitados con anterioridad para atender la emergencia de la covid-19, mientras que, la otra mitad de los recursos serán transferidos a organismos de las Naciones Unidad, que ayudaran con una “ejecución transparente de los gastos”.
El economista Juan Sebastián Chamorro explica que el informe del Fondo anunciando esta nueva operación utiliza lenguaje reservado para situaciones de crisis económica severa. Habla que la recesión que lleva más de dos años ha generado “grandes necesidades fiscales y externas” , añadiendo que: “Los limitados espacios fiscales, erosionadas por la recesión y el limitado financiamiento externo, restringen la capacidad de las autoridades de autofinanciarse”. En lenguaje no técnico esto equivale a decir que están quebrados y que sin ayuda del exterior, la cosa no pinta bien.
“Pero el revés más grande para la dictadura es que no podrá usar mucho de esa plata. Una buena parte de ese fondo no lo van a manejar ellos. Esto es un durísimo revés para el dictador Ortega, quien creía que saldría con los reales en la cartera”, expresó.
Del total de los 185 millones, unos 65 millones los manejará una agencia de las Naciones Unidas y el Programa Mundial de Alimentos. “Es la primera vez que el Fondo hace esto. La agencia de las Naciones Unidas, llamada UNOPS, es usada comúnmente en países donde la corrupción campea a sus anchas y los donantes prefieren usarla para que la ayuda llegue a la gente. Ellos manejarán 52 millones de dólares. Los amigos de las Naciones Unidas también lo hacen por un cobro, que llega a veces a ser de más del 10 por ciento del monto prestado”, explica.
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Aunque los analistas temen por la parte que quedará depositado en las bóvedas del Banco Central, Chamorro explica que el mismo no será de libre disponibilidad. “Lo que ocurre es que a Nicaragua ya no viene inversión extranjera, los banco multilaterales han reducido sus préstamos, el turismo está por el suelo y las exportaciones han caído, en especial maquilas. En lenguaje técnico, la balanza de pagos está en crisis y hay que utilizar la mayor parte de estos fondos para fortalecer las reservas, el tipo de cambio y la seguridad del sistema financiero, tal como lo dice el comunicado del Fondo. Esto significa que mucho de la otra parte de la plata no la podrán gastar en lo que ellos quieran, sino que deben ir al mantenimiento del Córdoba mediante el fortalecimiento de reservas internacionales”.
Pero el sociólogo Cirilo Ortero da otra lectura a la decisión del FMI de dar dinero a Ortega que no se considera como de carácter humanitaria, tal como lo permite la Nica Act, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos el 11 de diciembre de 2018, que incluye restricciones a los prestamos que solicite el régimen a las instituciones financieras internacionales.
Otero explica que el FMI funciona como “un policía financiero del mundo” es el que se encarga de revisar la economías de los países, y garantizar si tienen capacidad de pago para que otros prestamistas puedan darles créditos. Por lo tanto, la entidad financiera internacional solo se preocupa por que los países cumplan con tres aspectos: reservas internacionales, que no haya inflación y pago de deuda externa. Los temas de corrupción y violaciones de derechos humanos aparentemente no son tomados en cuentan para el desembolso.
Eso sí, el sociólogo cree que las autoridades del Fondo están conscientes de que el Gobierno de Ortega es corrupto y eso explicaría porqué la auditará los recursos a través de organismo de Naciones Unidas.
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De hecho en la nota informativa, el FMI resalta que “Nicaragua está al día con el Fondo y tiene amplia capacidad para pagar su deuda. El país fue elegible y cumplió con todas las acciones previas para recibir financiamiento de emergencia a través del Instrumento de Financiamiento Rápido y los instrumentos de Facilidad de Crédito Rápido”. “Ellos están en un negocio y su negocio es financiero”, insistió Otero.
Una de cal y una de arena
Para el analista político y exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Mauricio Díaz este préstamo millonario es un logro para el régimen. “Para ellos (la dictadura) es un éxito haber conseguido que el FMI les diera dinero para atender el problema del flujo del Estado, del balance presupuestario, desde esa perspectiva se puede decir que es un éxito para el gobierno de Ortega. Pero, yo lo veo como una de cal y una de arena, porque el fondo dispone de recursos para atender emergencias, dan dinero en el sentido de que hay una situación dramática y el país necesita recursos para atender las emergencias, pero a la misma vez está la represión y las violaciones de derechos humanos”, mencionó.
Para obtener el préstamo, el Gobierno, que es reacio a la rendición de cuantas, aceptó el proceso y condiciones de aprobación del FMI, es decir, que de los 185.32 millones dólares, deberá transferir la mitad de los recursos a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y al Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la otra mitad es para balanza de pago. Ortega, también prometió aplicar medidas fiscales una vez que se aminore el impacto de la crisis económica y de la pandemia.
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En Nicaragua, según cifras oficiales se reportan 5,725 contagios y 159 personas fallecidas, el régimen desde el inicio de la pandemia han tratado de minimizar el alcance epidemiológico del coronavirus, por lo que, existen dudas sobre la cantidad de muertos e infectados en hospitales, cuando el Observatorio Ciudadano, conformado por un grupo de médicos voluntarios que realizan análisis independientes del desarrollo del pandemia en el país, reporta más de 11 mil casos sospechosos y más de 2,700 personas fallecidas a causa del virus.
Sí dio oxígeno al régimen, dice Dávila
Por su parte el exembajador de Nicaragua en Alemania y miembro de la Alianza Cívica, José Dávila Membreño, expresó que el 50 por ciento del fondo destinado para balanza de pago también debió ser condicionado porque este oxigenará al régimen para continuar violentando y reprimiendo los derechos humanos de la población.
“La ayuda a la balanza de pago es una ayuda a la ineficiencia, a la falta de capacidad gubernamental de tal forma que estos organismos internacionales como el FMI pueden caer en una alta alcahuetería a un gobierno dictatorial que no respeta ni su propia constitución, no respeta los derechos humanos, ni las libertades públicas y están sencillamente condenando a los nicaragüenses a que le gobierno no tome reformas políticas, no haga aperturas políticas si sigue entregando dinero sin condicionarlo”, advirtió Dávila.
“El país necesita ayuda, pero debe ser en el marco de mejorar la situación institucional, de mejorar la confianza en el país, de mejorar el respeto a los derechos humanos de lo contrario va a ser una alcahueltería y se va a estar condenando a Nicaragua a padecer largo tiempo esta dictadura”, agregó el exembajador.
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“A pesar de todo lo que ha hecho (el régimen) y de todo lo que ha pasado en el país, todavía la comunidad cooperante, las instituciones financieras internacionales le están metiendo la mano, le están extendiendo el hombro, le quieren ayudar”, cuestionó Díaz. Sin embargo, resaltó que hay un mensaje implícito en la condicionalidad de dividir el empréstito, lo que significa que no hay “cheques en blanco” para el gobierno de Nicaragua. “No le confían”, señaló.
“Están dando plata, pero hay un mensaje, no es un cheque en blanco, hay condiciones. Ahora, los bancos son bancos, tanto el FMI, como al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), lo que les interesa es mantener sus empréstito, pero también debe quedar claro que esos empréstitos no los paga Daniel Ortega y su mujer, es el pueblo nicaragüense que los va a tener que asumir”, aclaró el exembajador de la OEA.
Nicaragua, el último país centroamericano en recibir préstamo del FMI
Nicaragua fue el último país de Centroamérica en recibir fondos por parte del organismo internacional. En abril, por ejemplo, Costa Rica recibió 504 millones de dólares para atender la emergencia de la pandemia; a El Salvador se le otorgó 389 millones de dólares y a Honduras 143 millones de dólares. En junio pasado, el directorio aprobó 594 millones de dólares a Guatemala para la emergencia sanitaria y 515 millones de dólares a Panamá.
El jurista opositor y miembro de la Coalición Nacional, José Pallais Arana, considera que la aprobación del préstamo de FMI, fue una negociación bastante dura y lenta. Señala que, muchos de los países del directorio del organismo internacional presentaron dudas y cuestionamiento sobre el crédito a Nicaragua.
Ortega había metido una solicitud de préstamo al FMI desde abril pasado, pero estaba pidiendo 470 millones de dólares aprobándose finalmente un monto por debajo de los que le urgía. “Fue producto de una negociación en que el régimen de los Ortega Murillo aceptó esas condiciones que el 50 por ciento (del Fondo) fuera entregado con la cooperación de dos organismos de las Naciones Unidas y el otro 50 por ciento es apoyo a la balanza de pago, es decir, que son recursos que irán al Banco Central, para apoyo de la economía, en general ante la caída del PIB (Producto Interno Bruto) y el estancamiento que ha venido sufriendo el país; primeramente por al crisis política en 2018, por parte del régimen y después de la afectación del Covid-19”, manifestó Pallais.
Cirilo, coincidió por separado, en que Ortega ha estado solicitando desde hace tiempo atrás un préstamo al FMI, sin embargo, en el comunicado el directorio ejecutivo del organismos internacional aseguró que esta ha sido, hasta ahora, “la única solicitud de financiamiento de Nicaragua al FMI desde 2009, cuando el país recibió un préstamo bajo un programa de Facilidad de Crédito Extendido”.
“Al FMI les ha costado mucho aprobar préstamo a este gobierno corrupto, además que esta desprestigiado, tiene delincuentes internacionales, es un gobierno que reprime a su pueblo, es un gobierno al que no se le puede dar nada, pero, las emergencias mediatizó la situación”, dijo el sociólogo.
EE.UU., justificó préstamo por razones humanitarias
Sobre el préstamo del FMI bajo razones humanitarias, Pallais explicó, que La Nica Act exceptúa del veto los proyectos destinados a las necesidades humanas básicas y la promoción de la democracia. “La Nica Act no ofrece ninguna prohibición, la ley de EE.UU., no impide que este tipo de financiamiento humanitario pueda otorgarse por los organismos financieros internacionales porque están en el barco de la afectación del Covid-19, ni se justifican las razones humanitarias para que sean desembozados”, argumentó.
Es decir, que no obliga a los representantes de los EE.UU. a oponerse a su aprobación, pero, “sí ejercieron presión los representantes estadounidenses y de otros países en relación a que la implementación del préstamo fuera a través de organismos integrantes de las Naciones Unidas, por lo que, también se impusieron una serie de condiciones de transparencia que esta pues acogida en el comunicado del Fondo Monetario”, señaló Pallais.
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El régimen tiene la “obligación de publicar las estadísticas real, de que puedan ser auditadas y la necesidad de avanzar en una reforma estructural, todas esas fueron condiciones que se fueron agregando en una discusión bastante lenta, bien cargada de objeciones, de preocupaciones, por parte de los países que tiene mayor incidencia en las tomas de decisiones del FMI por ser los principales aportadores al mismo”, apuntó.
“La Nica Act esta ahí y la esta manejando la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros es un organismo de control financiero dependiente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos), pero frente a una decisión de que hay que apoyar a estos países por razones humanitarias, entonces hay flexibilidad. Esa es una decisión financiera no es que van a derogar una ley, mucho menos la Nica Act”, aclaró Otero.
Empresa privada y sociedad civil deben fiscalizar administración de fondos
Por otro lado, la experta en gobernabilidad y temas de corrupción, Martha Molina, advierte que el fondo ya aprobado para Nicaragua por el FMI se divide en dos partes, y una de ellas es para “bateo libre” de Ortega, o para lo que él considere conveniente para ayuda humanitaria. De manera que, hasta la empresa privada debe jugar un rol de fiscalizador para que la dictadura no malgaste los fondos.
“Todo el mundo sabe que lo que más necesita Ortega es efectivo para resolver los grandes problemas que dejaron los huracanes, sino para estar manteniendo la represión. El dinero de la pandemia, significa más corrupción para Ortega, la empresa privada debe de jugar un rol de auditar, observar y denunciar en caso de darse mal uso de los fondos”, alertó la experta.
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Díaz, también expresó que “es deber de nosotros como ciudadanos monitorear el recurso de esos fondos y estar atentos a que no los desvíen a que no sean usados para la burocracia o para enfrentar problemas de flujo de caja”.
Pallais, admite, que desde luego existe el riesgo de que Ortega desvié para su conveniencia los fondos que han aprobado los organismos internacionales, pero, recuerda que va a darse un monitoreo muy cercano.
“El FMI, sus mecanismos de control y seguimiento van a estar atentos y como no se va a entregar de una sola vez va haber un mayor control. Si hubiera una manipulación, un desvió, lógicamente pudiera provocar la suspensión o de que se cerraran las sesiones de financiero humanitario que el país esta necesitando; esto (ocurriría) si se da un abuso de parte del régimen de utilizar estos recursos para sus programas de violaciones de derechos humanos, a través de vía de represión o de otra forma de a tentar contra los derechos humanos y contra la democracia”, alertó Pallais.