A seis meses que se estableciera el Covid-19 en Nicaragua, el Observatorio Ciudadano presentó cinco afectaciones que ha provocado la pandemia pese al secretismo del régimen de Daniel Ortega, que se empeña en ocultar los datos reales del número de personas contagiadas y fallecidas, así como los departamentos más afectados.
El grupo independiente destacó como un principal problema el desconocimiento del impacto real del coronavirus en el país y señaló que para hacer un abordaje científico de la enfermedad es necesario conocer el número de pruebas (distribución por edad, sexo y región) y qué grupos de personas han presentado la sintomatología (edad y sexo).
“Nicaragua tiene derecho a conocer el verdadero comportamiento de la Covid-19, solo teniendo el conocimiento sabremos a qué nos enfrentamos y cómo prepararnos”, dicta la nota de prensa del Observatorio.
Afectación a la salud mental
El Observatorio expuso que como consecuencia de la falta de datos epidemiológicos y la ausencia de una respuesta responsable y adecuadamente ha significado ”una serie de sacrificios de la ciudadanía, para su salud física, su salud mental y su vida”.
De hecho, recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatizó que la pandemia ha venido afectar la salud mental de muchas personas, manifestándose en angustia, ansiedad y depresión, que pueden aumentar los riesgos de suicidio.
Lea además: ¿Por qué en Nicaragua no se ha dado el rebrote que los médicos habían advertido?
“Hay personas que están próximas a cumplir seis meses de encierro en sus casas. Los hogares se han responsabilizado, sobre todo las mujeres, de las tareas de acompañamiento educativo, se ha incrementado la inversión en acceso a Internet, se han debido modificar las prácticas de compras, algunos han disminuido sus actividades de entretenimiento y todo esto ha ocasionado una fuerte desaceleración de la economía en el país”, apunta el grupo independiente.
Aumento de gastos
El Ministerio de Salud (Minsa) – por órdenes de Ortega – en su momento negó la realización de pruebas de RT-PCR para detectar el Covid-19 a la ciudadanía e incluso al personal médico, ante este escenario, el Observatorio manifestó que la población se vio obligada a asumir ese gasto y el del tratamiento.
“Hay literatura que indica que ‘los gastos de bolsillo en salud que pueden sumergir a un hogar en estado de pobreza extrema, en la medida en que estos son efectuados a expensas de la adquisición de otros bienes y servicios’. Lo que evidencia que los gastos de bolsillo (que ya eran elevados en el país) para la atención privada de la enfermedad ha significado una seria afectación para la economía familiar que se suma a la crisis económica arrastrada desde 2018 en el país”, plasmó el Observatorio.
Desorden del mercado farmacéutico
“La incertidumbre causada por el desconocimiento de las mejores prácticas en el tratamiento de la enfermedad también ha provocado serios desórdenes en el mercado farmacéutico”, afirmó la fuente independiente. La escasez, acaparamiento, uso irracional de medicamento, incremento no justificado de los precios y ahora una caída de esos precios son los efectos de ese desorden en este sector.
En marzo, el país vivió una histeria colectiva, como en otros países como Estados Unidos, que se vio reflejado en las farmacias y supermercados cuando la población compró cantidades exageradas de productos de higiene como el alcohol, mascarillas o papel higiénico.
Desconfianza en el sistema de salud
Debido a este panorama que se ha venido observando en el país, sumado a la inacción del sistema de salud, los nicaragüenses han perdido la confianza al Minsa, en especial en los hospitales, tanto públicos como privados, por la falta de atención esmerada que han denunciado los mismos pacientes y familiares.
Lea además: Nicaragüenses compran mucho menos medicinas asociadas a tratamientos contra el Covid-19
“Las familias han optado por buscar consejo en canales alternativos de servicios incluida la información en redes o vía telefónica. Tampoco hay evidencia de que los centros de atención primaria hayan sido de utilidad para la ciudadanía en la atención y prevención del Covid-19”, compartió el Observatorio.
En este sentido, cabe destacar que la población se ha visto apoyada por la Unidad Médica Nicaragüense (UMN) y el doctor independiente Alejandro Lagos, que dispusieron de líneas telefónicas para orientar y atender a personas con síntomas de coronavirus. Si bien estos actores no cubren todas las necesidades de la población (a través de las llamadas), han sido un referente para conocer el comportamiento del virus en el país.
“A pesar de todos los esfuerzos que los organismos internacionales, instancias científicas, medios de comunicación independientes y de la sociedad civil nicaragüense, todavía existe un nivel significativo de desconocimiento de la enfermedad que se puede observar en medidas inadecuadas, elevados índices de automedicación, atención tardía y otros comportamientos que han sido reportados al Observatorio Ciudadano”.
Hasta el 15 de septiembre el Minsa reporta oficialmente 4,931 casos confirmados y 147 muertes, mientras que el Observatorio Ciudadano contabiliza 10,205 casos sospechosos y 2,707 decesos por neumonía o sospechosas de Covid-19.
El grupo independiente recomedó continuar con las medidas de prevención en la calle, el transporte, en los lugares de trabajo, las escuelas pese a la relativa calma que se percibe en el país, e hizo un llamado al Minsa a que cumpla con su responsabilidad de la rectoría de la salud pública, que incluye informar a la población para que conozca sus riesgos y de esta manera sepa cómo protegerse.