Cada sábado estudiantes de escuelas y colegios públicos de distintos niveles y modalidades salen a desfilar en sus barrios y comunidades, tal y como lo indicó el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de los lineamientos que el Ministerio de Educación (Mined) orientó a maestros y padres de familia.
La pareja presidencial mantiene una estricta cuarentena, rota únicamente para el acto de conmemoración del 41 aniversario de la Revolución Popular Sandinista y un con su aparición en la celebración del 41 aniversario del Ejército de Nicaragua, y suspendió los actos centrales del 14 y 15 de septiembre en el contexto del mes patrio pero ordenó que todos los centros escolares públicos a nivel nacional marcharan cada sábado.
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En la capital se registraron numerosos desfiles de niños, adolescentes y jóvenes que recorrieron los alrededores de sus colegios, las calles de su barrio y en algunos casos vías principales, en un despliegue temerario que para médicos independientes y maestros expone tanto a los menores como a sus familias, que en muchos casos les acompañan sin aguardar las medidas de protección sanitarias recomendadas como el distanciamiento social y el uso estrictos de mascarillas en lugares públicos y de alta concentración de personas.
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