Sin duda en los últimos años las redes sociales han sido una herramienta de vital importancia para la humanidad. Sin embargo, así como hay muchos aspectos positivos del uso de estas, existen aspectos negativos que atormentan a nuestra sociedad día a día, como su uso para violentar derechos humanos.
Desde 2018 el “mal uso” de redes sociales ha crecido de forma descontrolada, pues cada día hay más personas que utilizan estas herramientas tecnológicas como método de agresión, amenaza y violación a la privacidad.
“Las redes sociales son un arma de doble filo, así como ayudan en la denuncia de violaciones de derechos humanos, también son un instrumento para cometerlos actualmente”, dice Francely Navarro, Encargada del área de comunicación y relaciones públicas del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh).
También, señala que las redes han sido un medio utilizado por el régimen y sus seguidores para hacer campañas de odio, amenaza, desprestigio y persecución en contra opositores, como lo hemos visto en los últimos dos años.
Así mismo, las personas deben considerar que en estas plataformas la vida personal está más expuesta, “lo que puede ser usado en su contra para desprestigiarla o para provocarla”, menciona Navarro.
En este aspecto se violan varios derechos humanos fundamentales como el derecho a la privacidad, pues al exponer nuestras vidas en estas plataformas, podemos dar mucha información que puede ser usada en nuestra contra por personas sin escrúpulos.
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Además, al alimentar las redes con nuestra información personal debemos tomar en cuenta que estamos expuestos a la vigilancia, la interceptación de las comunicaciones y la recopilación de datos personales.
“Estamos conscientes de que estas no son plataformas seguras para la denuncia ante violaciones a los derechos humanos por lo que algunos regímenes (sucede en Nicaragua), vigilan a los disidentes, especialmente vía Facebook y Twitter, o se infiltran en sus redes lo que los expone a mayores peligros de ser perseguidos, hostigados y hasta agredidos física y psicológicamente (junto a familiares y personas cercanas)”, explica Navarro.
Este tipo de acciones, la Asamblea General de las Naciones Unidas, las tomó en cuenta al brindar recomendaciones a los estados en su resolución 68/167, en el año 2013, “El derecho a la privacidad en la era digital”.
“Examinen sus procedimientos, prácticas y legislación relativos a la vigilancia y la interceptación de las comunicaciones y la recopilación de datos personales, incluidas la vigilancia, interceptación y recopilación a gran escala, con miras a afianzar el derecho a la privacidad, velando por que se dé cumplimiento pleno y efectivo de todas sus obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos”, se lee en la resolución 68/167.
Redes también son una herramienta de denuncia
En los últimos años, los organismos defensores de derechos humanos han tomado las redes como un apoyo a su trabajo.
Después de que a algunos se les cancelara su personería jurídica, usurpación de sus oficinas, incluso el exilio de defensores de derechos humanos, las redes sociales se han convertido en una de las herramientas esenciales para continuar su labor.
“Estas redes pasaron a ser para los nicaragüenses no solo plataformas específicas para la interacción social o entretenimiento, sino que se convirtieron en fuentes de información, espacios para reunir pruebas (que sirven/servirán en la búsqueda de justicia)”, dice la representante de comunicación del Cenidh.
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Por su parte, Julia Baltodano, abogada del Cenidh, explica que una denuncia en redes no es suficiente para llevar un proceso, pero que las denuncias y publicaciones sobre el hecho, son importantes para ser presentados como pruebas. “La prueba sería la publicación en las redes sociales (acompañada de recursos visuales), posteriormente se analizaría si la publicación y la denuncia se subsume a algún tipo penal vigente, si es así, se inicia un proceso, el cual hay que ir fundamentando en el camino con más pruebas”, dijo.
De igual manera lo señaló el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en su “Informe sobre los hechos de violencia ocurridos entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018”:
“El análisis de las redes sociales por otra parte significó un aporte adicional y relevante para la tarea del GIEI dada la ausencia de cooperación de parte del Estado en materia de investigación”, expreso el GIEI en su informe.
Sin duda, esta información es un llamado para ser cuidadosos con lo que exponemos en redes sociales, pues aunque es una herramienta que aporta en la garantía del derecho a la libertad de expresión, también es un medio por el cual podemos ser víctimas de violación de nuestros derechos.