El informe 2019 sobre Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos en su el capítulo sobre Nicaragua, destaca como el dictadora Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, usaron “retórica de odio” para tolerar e incitar al acoso, la intimidación y los ataques físicos contra el clero católico, los fieles e iglesias.
“Estos informes declararon que la Policía Nacional de Nicaragua, junto con grupos progubernamentales y activistas del partido gobernante (Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN), hostigaban e intimidaban rutinariamente a los líderes religiosos y profanaban espacios religiosos. Los líderes católicos informaron ataques físicos e insultos verbales, amenazas de muerte, y campañas de intimidación por parte del Policía y grupos asociados con el presidente Ortega y la vicepresidente Murillo, como la Juventud Sandinista”, cita el informe, revelado este miércoles por el Departamento de Estado.
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El mismo Secretario de Estado, Mike Pompeo, se pronunció sobre la situación de intimidación en contra de la Iglesia Católica en Nicaragua, durante la presentación del informe este miércoles. “El gobierno nicaragüense acosa e intimida a los líderes y fieles religiosos y profana espacios religiosos”, señaló el funcionario de la administración de Donald Trump.
El más reciente incidente de ataque y profanación en contra de la Iglesia Católica, se dio durante la misa por el fallecimiento del poeta y sacerdote Ernesto Cardenal, el 3 de marzo pasado, cuando el régimen mandó a sus turbas a tomarse la Catedral de Managua.
Los asistentes se quejan por la presencia de las turbas, quienes gritan consigas como «Patria libre o morir», «No pudieron ni podrán», «Viva Daniel», etc.
«Si es necesario me pongo de rodillas», les dijo en esa ocasión el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag a los fanáticos de la dictadura para que dejaran oficiar la misa por eterno descanso del sacerdote trapense. Al concluir la misa, las turbas golpearon y robaron a fieles católicos y periodistas de medio de prensa independientes que daban cobertura a la ceremonia religiosa.
“La Policía Nacional y los grupos progubernamentales atacaron a los fieles católicos en numerosas ocasiones después de que asistieron a los servicios religiosos en los que oraron por los presos políticos, incluidas al menos dos ocasiones en las que los oficiales de la Policía dispararon balas de goma y gases lacrimógenos a los fieles cuando salían de misa. Según los religiosos líderes y medios de comunicación, individuos vinculados al gobierno o representantes del gobierno continuaron cometiendo actos de vandalismo y profanación de objetos sagrados en iglesias y cementerios católicos en todo el país”, añade el informe del Departamento de Estado.
Régimen mezcló política y la religión
El informe hace eco de los señalamiento de los lideres religiosos católicos sobre como el régimen orteguista sobre politizó la religión en el contexto de la actual crisis política y el conflicto sociopolítico que se vive en el país.
“Los líderes religiosos dijeron que el gobierno y sus representantes tomaron medidas agresivas, incluido el acoso, las amenazas de muerte y los asaltos físicos, contra el clero que se considera crítico con el gobierno. Según la prensa local, los líderes protestantes católicos y evangélicos que proporcionaron refugio y asistencia médica a los manifestantes pacíficos en 2018 continuaron siendo víctimas de represalias del gobierno, incluidas calumnias, investigaciones arbitrarias por parte de agencias gubernamentales sobre cargos infundados, retención de exenciones de impuestos, reducción de asignaciones presupuestarias y negar servicios religiosos para presos políticos”, añade el reporte.
También el reporte recuerda como en octubre del 2019, en redes sociales se publicaron fotos de estudiantes golpeando piñatas hechas a imagen de sacerdotes católicos colgados de sogas. Algunas cuentas de Twitter vinculadas al ala juvenil del FSLN, distribuyeron las fotos con el título: “Sé un patriota, mata a un sacerdote”.
El ataque con ácido al sacerdote
El informe también recogió el incidente del ataque con ácido sulfúrico de la ciudadana rusa Elis Gonn contra el sacerdote Mario de Jesús Guevara Calero, de 59 años, ocurrido en la Catedral de Managua en diciembre de 2018. Gonn fue condenada a ocho años de cárcel por el hecho.
“Un ciudadano ruso que en 2018 arrojó ácido sulfúrico a un sacerdote de la Catedral de la Inmaculada Concepción en Managua durante la confesión, fue declarado culpable de cargos por lesiones corporales y exposición de otros a un peligro inminente. El individuo fue sentenciado a ocho años de prisión en mayo (2019). En agosto, los medios informaron que el atacante fue visto en un avión que volaba a Panamá. No hubo una declaración oficial que confirmara o negara la liberación del atacante de la prisión”, cita el informe del Departamento de Estado.