La Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), que agremia a las empresas de capital estadounidense o con vínculos con Estados Unidos, consideró necesario un alivio en la tarifa eléctrica, lo que ayudaría a amortiguar el impacto de la pandemia en la economía de las familias y todos los sectores productivos del país.
De esta manera, AmCham se sumó a la demanda del Consejo Superior de la Empresas Privada (Cosep), que exigió al régimen de Daniel Ortega una rebaja tarifaria del 17 por ciento a partir de mayo, que se suspendan temporalmente los pagos a Caruna y que se deje de importar energía cara, entre otras acciones.
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“De acuerdo a estas medidas propuestas por el sector privado en donde se plantea la consideración de la disminución de costos e incrementos de ahorros, se propone que estos se trasladen como beneficios para todos los usuarios a través de una reducción que estimamos de un 17 por ciento, en la tarifa que esté vigente a partir de mayo, y por el resto del año 2020”, expresó AmCham en su comunicado.
Sin embargo hasta la fecha la tarifa no se ha visto beneficiada por el desplome de los precios del petróleo, por el contrario, de manera oficiosa el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) desde enero hasta abril de este año ha venido aplicando el 0.23 por ciento del deslizamiento de la moneda, lo que la encarece.
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Cosep expuso en su comunicado del 15 de mayo que era necesario trasladar la reducción del precio de petróleo íntegramente a tarifa. “Desde el 2019 hemos visto una reducción sostenida de los precios del petróleo, acentuada en las últimas semanas por el efecto de la pandemia en la economía mundial. Debido a la mencionada baja de los precios del petróleo, hay desvíos positivos y ahorros a favor de la tarifa de electricidad de los clientes regulados de Disnorte-Dissur. Estos ahorros deberían de trasladarse a la tarifa de todos sus clientes”.
Cabe señalar que el año pasado la tarifa de energía incrementó casi un 20 por ciento, sin embargo ni el INE, ni Disnorte-Dissur, explicó porque se habían dado estas alzas.
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Cosep también sugirió en su momento que como medida paralela, se debía suspender las importaciones de energía eléctrica para permitirle a los generadores locales que inyecten a la red electricidad más barata.
“Solicitamos que se suspendan las transacciones de energía, entre la distribuidora Disnorte-Dissur y Enel-Bluefields. En la actualidad se está importando esta energía en aproximadamente 98 dólares el megavatios hora, cuando en Nicaragua se puede entregar en un precio cercano a 50 dólares el megavatio de energía. Al suspender esta importación y eliminar este sobrecosto, se produciría un ahorro considerable adicional en la tarifa”, dijo Cosep recientemente.
Nicaragua tiene una de la tarifa energética más altas de la región centroamericana, pero además hay que tomar en cuenta que ante esta crisis actual, El Salvador y Panamá han aplicado moratoria de 3 a 6 meses en el servicio de energía, mientras que Costa Rica dijo que los usuarios pagarían el 50 por ciento de su factura. Guatemala aprobó la no suspensión del corte en los servicios básicos y en Honduras se ha aplicado reducciones.
“Ante la grave situación económica en nuestro país, la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), manifiesta su total respaldo a la demanda planteada, estos significaría un alivio a los presupuestos familiares y a todos los sectores económicos del país que luchan día a día por salir adelante, generando un alivio en sus complicados costos de operación, lo que permitiría bajar los precios en los productos garantizar puestos laborales”, expresó AmCham.