El grupo de 48 nicaragüenses que estaban varados desde el sábado 18 de abril en el puesto fronterizo El Guasaule, entre Honduras y Nicaragua, al ver que las autoridades nicaragüenses no les permitían la entrada, lo hicieron de forma irregular, por “puntos ciegos”, confirmaron autoridades migratorias de Honduras.
“Esos nicaragüenses ayer se bajaron del puente y se metieron irregularmente a Nicaragua. Nosotros, Honduras, solo le estaba dando el tránsito humanitario, pero el problema es que Nicaragua nunca les autorizó su ingreso”, expresó la autoridad migratoria, quien asegura que las personas empezaron a movilizarse cerca de las 11:00 a.m. de este martes.
Tendría que haber sido Nicaragua la que impidiera que los nicaragüenses entraran de forma irregular al país, ya que Honduras les permitió el ingreso por el puesto fronterizo con El Salvador, Amatillo, donde los migrantes estaban trabajando y se habían quedado sin empleo por el impacto de la pandemia por Covid-19, y luego, la Policía hondureña les brindó un salvoconducto, un permiso para que lograran transitar, puesto que ese país se encuentra en un estado de emergencia sanitaria, y llegar al Guasaule, donde les dieron la salida correspondiente.
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Debido a que las autoridades migratorias de Nicaragua no les permitieron el ingreso al territorio, las personas quedaron en un punto muerto a espera de una solución de su caso. Uno de los migrantes, que solicitó guardar su identidad, contó que llegaron cerca del mediodía del sábado, pero no lograron pasar, les decían que mañana habría un aviso, que más tarde, incluso hasta que Nicaragua supuestamente estaba en cuarentena, pero no había una respuesta concreta.
Al ver la situación precaria en la que se encontraban, sobre un puente, cubriéndose del sol con unas mantas y sábanas, comiendo lo que organizaciones humanitarias y las mismas autoridades de Honduras les donaban, sin tener las condiciones para hacer sus necesidades fisiológicas, tomaron la decisión de aventurarse por puntos ciegos.
La autoridad de Honduras explica que nunca recibieron un comunicado de Nicaragua exponiendo las razones del porqué no los dejaban entrar, y tampoco tenían porque ejercer la parte oficial, puesto que su labor fue permitirles el tránsito humanitario, y la posterior salida. Es decir, que el problema nunca fue en Honduras, sino al ingreso en Nicaragua.
Lo que desconocen las autoridades hondureñas es que si a los nicaragüenses les fue impedido su avance por esos puntos ciegos, puesto que eso ya corresponde al territorio de Nicaragua.
Desde La Unión, El Salvador hasta Nicaragua
Una de las personas que estaba en el grupo de migrantes explicó que él junto con otras nueve personas llegaron al Puerto de La Unión hace unas semanas porque escucharon que la única forma de salir de El Salvador hacia Nicaragua era por agua, pero después de tantos días de espera y sin respuesta de Nicaragua para autorizar los zarpes, desde Chinandega, los llevaron a un albergue.
Autoridades de El Salvador y otras organizaciones humanitarias les permitieron, primero, que se quedaran en un polideportivo, para ese entonces el grupo había crecido, más de noventa, les daban comida y les garantizaban seguridad. Luego, otra organización, que no recuerda su nombre, los llevó a un albergue, tramitaron permisos para una primera parte de los nicas con el objetivo de llegar a Guasaule y otro grupo se quedó en espera que también salieran su salvoconducto.