El cantautor nicaragüense, Luis Enrique Mejía Godoy se despide de su “querido poeta y amigo”, Ernesto Cardenal, con la canción “Ernesto Cardenal, poeta del pueblo”, que nació unas horas después de conocer la noticia del fallecimiento.
Dice que el legado más importante que deja Cardenal es su obra, pero también todo el trabajo que realizó para fundar la Comunidad de Solentiname en la Isla de Mancarrón, donde sus talleres de poesía y de pintura primitivista acompañaron su palabra de sacerdote y su Evangelio, formando además la conciencia de los que luego fueron jóvenes héroes guerrilleros y mártires en la toma del cuartel de San Carlos en Río San Juan.
Querido Ernesto, poeta y profeta de nuestra tierra. Te has marchado de esta vida que viviste intensamente, dejando un inmenso legado no sólo de poesía sino de ejemplo, coherencia, firmeza y de un compromiso incuestionable con tu pueblo. https://t.co/thVuaRk1CH pic.twitter.com/3MK3Z04Kyq
— Luis Enrique Mejia Godoy (@LEMG_Oficial) March 1, 2020
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Cardenal murió el domingo primero de marzo y este viernes 6 de marzo sus cenizas descansan para siempre en su amado y querido Solentiname.
“La canción nació al calor de la noticia de la partida de nuestro querido poeta y amigo Ernesto Cardenal, y como un testimonio de lo que fue su vida vivida intensamente y comprometida con su pueblo y su Iglesia”, dijo Mejía Godoy.
Agregó que tiene muchas anécdotas con el poeta Cardenal, “tanto en los años que fue mi jefe en el Ministerio de Cultura, como en algunas giras que hicimos juntos en Festivales de Escritores y de poetas en España, El Salvador y México”.
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Luis Enrique dice que la muerte del poeta lo golpeó, “y aunque ya la esperábamos en cualquier momento por su estado delicado de salud, me pareció increíble que llegó cuando menos lo pensamos”.
Para el cantautor la muerte de Ernesto marca un antes y un después en la poesía nicaragüense. “Sus Epigramas, Salmos y hasta los últimos poemas de su vida son el más importante testimonio de este gran ser humano, poeta, sacerdote, profeta, escultor y entrañable amigo”.
“Gracias Ernesto por haber sido hasta hoy el hombre transparente, honesto, coherente, de una sola pieza. Rebelde y siempre un luchador por los Derechos Humanos y por la Redención de nuestro pueblo”, eso le hubiese dicho al poeta el intérprete de Pobre La María si hubiese estado a su lado el día de su muerte.