En nuestros recuerdos no solamente vagan las obras de arte que nos dejan las leyendas deportivas, con el desarrollo del mercadeo y el objetivo de las franquicias de multiplicar sus ingresos con la venta de camisetas, son los números impresos en sus playeras los que acompañan a sus pinceladas cada vez que les hacemos memoria. Por ejemplo, el mítico 23 de Michael Jordan.
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Kobe Bryant, quien en 20 años de carrera pudo conseguir todos los récords posibles, jugó con dos diferentes números. Siendo lo interesante de ello, que lo hizo en un mismo equipo y en una misma etapa; ya que el alero y escolta disputó toda trayectoria con los Lakers de manera consecutiva.
Nacido en Filadelfia, Estados Unidos, el Black Mamba inició en 1996 en la máxima categoría del baloncesto profesional con el número 8; haciendo referencia al dorsal 143 con el que jugaba en el Campus Adidas ABCD. No obstante la NBA no permitió que este jugase con un número de tres cifras, lo cual llevó al jugador a sumarlos e imprimir sobre su amarilla el resultado, utilizando así el número ocho por sus primeros 10 años. El resultado de la suma también convenció a Kobe, debido a ser con el que disputó en su trayectoria inicial en Italia, con el que homenajeaba a Mike D’Antoni, uno de sus modelos a seguir sobre las duelas.
En la temporada 2006-2007, la cual se convertiría más adelante en la mitad de su carrera, el ganador del oro olímpico en Pekín 2008, tomaría la decisión de cambiar de dorsal por motivo personal. Su razón: recordar a Michael Jordan, su gran ídolo. Ya para aquél momento muchos le tildaban como el sucesor de la estrella de los Chicago Bulls. Así el jugador decidió sumarle un número a su playera y eternizar el 24. Dorsal que finalizó siendo un poco más popular por quedar inmortalizado al lado de Jordan, dos leyendas de este deporte.
En 2017 Los Ángeles Lakers jubilaron ambos números, convirtiendo así al Black Mamba en el primer jugador de toda la historia en ver retirado dos dorsales en una misma franquicia.
El 33 pudo haber sido su número
Joe Bryant, padre de Kobe, disputó ocho temporadas en la NBA. Con el fin de hacer homenaje a su padre, la leyenda de Los Ángeles eligió el número 33 para jugar en la NBA. Sin embargo su equipo, LA Lakers, ya tenían retirado el dorsal, en honor a uno de sus íconos anteriores: Kareem Abdul-Jabbar.