El alcalde opositor Bismarck Rayo asegura que el presupuesto que destinó el régimen de Daniel Ortega a la alcaldía de La Trinidad, en Estelí, para este 2020 no alcanza para pagar la planilla de los trabajadores y mucho menos para realizar una obra de progreso. “Con 700 mil córdobas no podría ni adoquinar una cuadra de calle que está valorada en un millón de córdobas la obra”, sostuvo Rayo.
Desde hace cuatro años, las autoridades de esta municipalidad enfrentan serios problemas económicos para llevar a cabo proyectos y obras sociales que beneficien directamente a las familias del área urbana y rural del municipio.
La situación se agravó en el año 2018, cuando estallaron las protestas en contra del régimen y este decidiera castigar severamente a la población triniteña con la reducción drástica de las transferencias al entregar únicamente 600 mil córdobas de los 7 millones que le correspondían para gastos de capital o de proyectos para el 2019.
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Además, la comuna ha sido despojada de maquinarias de los módulos de construcción, desmembración de terrenos, edificios de oficinas de instancias de atención a la población; y los funcionarios son objeto de acecho y amenazas por parte de funcionarios del régimen.
“Con esto se afectó varios proyectos de agua potable que se debían de llevar a cabo el año pasado en barrios urbanos y la perforación de pozos artesanales en comunidades rurales que ya deberían estar beneficiando a familias pobres. También se dejó de construir cunetas y adoquinar varias calles, además de mejoras de caminos rurales y puentes de drenaje de aguas fluviales”, dijo por su parte uno de los funcionarios de esa comuna.
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El pago de impuestos de los pobladores y la gestión de recursos con organismo no gubernamentales le ha permitido al alcalde opositor llevar adelante algunos proyectos, entre estos, la construcción de un pozo que ya abastece con agua potable a más de mil habitantes de la comunidad Tomabú.
Rayo considera que la reducción en la transferencia municipal es una sanción económica que le impuso el régimen “por no pertenecer al partido de gobierno y ser un alcalde demócrata, y por eso Daniel Ortega y Rosario Murillo han sancionado a todo el pueblo de La Trinidad, incluyendo hasta los mismos militantes sandinistas que se deberían haber beneficiado con los proyectos que no se han logrado ejecutar”, señaló.