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Richard Rodríguez está llamado a ser uno de los ejes de la próxima generación. LAPRENSA/ CORTESÍA/ FENIFUT

Análisis: Henry Duarte debe terminar su contrato para dejar lista la nueva generación

El técnico costarricense puede dejar encamino un grupo de jóvenes comprometidos a alcanzar el siguiente nivel con el próximo seleccionador nacional

Henry Duarte cambió la realidad del futbol nicaragüense y ojalá que sea para siempre. Estábamos acostumbrados a ser goleados y humillados constantemente antes de su llegada que en su presentación muchos se rieron cuando dijo  “es el momento del país de cosechar grandes éxitos”. Los primeros seis partidos le dieron la razón, cambiaron la percepción en optimismo al futuro y poco a poco empezó a mejorar la imagen internacional de la Azul y Blanco hasta darnos la buena acostumbre de exigir ganar siempre, algo que antes no se tenía.

Ya pasaron cinco años desde entonces y su ciclo ya acabó, él lo sabe y ha dicho públicamente que al terminar su contrato en diciembre 2020 se marchará. La desilusión de no poder ascender a Liga A y clasificar a Copa Oro 2021 rompió muchos corazones en la afición y levantó algunas críticas en todos los sectores, quizás algunas exageradas e injustas, que demandan su salida inminente. El dolor y frustración muchas veces no permite pensar con claridad como sucedió en septiembre en la goleada 6-0 de Surinam todos solicitamos, me incluyo, que inmediatamente rescindiera como seleccionador. Lo que sí demostró ese encuentro y el de este viernes que su ciclo terminó.

Un costo muy alto

Todo a su tiempo. Anticipar su salida sería una mala estrategia por partida doble: al mejor entrenador que hemos tenido —y no sabemos si el próximo la superará— no lo podemos tratar así, sacándolo por la puerta de atrás porque no cumplió con las otras veces con un plantel prácticamente renovado. Además que matemáticamente no es rentable porque la Fenifut tendría que conseguir 78000 dólares para pagarle el contrato y buscar otro presupuesto para el sucesor. El mejor movimiento de la federación sería dejarlo en el cargo para que encamine a la nueva generación, que recuperará el podio perdido.

Aquí lo que importa es la Selección y el técnico costarricense puede dejar preparado un grupo de jugadores jóvenes comprometidos a alcanzar el siguiente nivel con el próximo seleccionador. Hay muchos jugadores de la era de Duarte que están de salida como Manuel Rosas, a Juan Barrera le quedan como dos años al máximo nivel, entre otros jugadores. El entrenador de la Azul y Blanco le gusta trabajar con los jóvenes y lo que queda de contrato puede utilizarlo para esa transición.

La estructura

En la derrota ante San Vicente se vio que las jugadores de mayor roce internacionales (Jaime Moreno, Carlos Chavarría, Byron Bonilla) no están en su mejor nivel, pero serán los referentes de esa generación junto Richard Rodríguez y Bismarck Montiel para liderar a jugadores jóvenes como Bryan Rodríguez  (23 años, da garantías), Ricardo Mendieta (24 años, tiene mucho margen de mejora, Kevin Serapio (23 años, es todo terreno, Camphers Pérez (21 años, tiene mucho por dar) y Ulises Rayo (25 años, puede llegar ser una alternativa. Además hay muchos jugadores Sub-23 y Sub-20 con mucho potencial que Duarte los viene trabajando, los conoce y puede prepararlos bien para lo que se viene.

Lo mejor de la gestión de Duarte, más allá de hacer creer en sus cualidades al jugador nicaragüense, es que hizo comprender mejor el significado de ser seleccionado, el orgullo y la responsabilidad de representar un país y lo que eso implica. Quizás por esos muchos jugadores no están ahorita, o quizás se cansaron porque siempre les exige más o más, o por su arrogancia y prepotencia de centralizar todo. Pero desde el principio ha tenido ese carácter y la disciplina ha sido el pilar fundamental de los triunfos obtenidos.

Duarte dejó fuera a muchos jugadores que para mí algunos deben estar en la Selección como Luis Fernando Copete. Ariagner Smith (20 años, juega en Ubezquistán) y Jasson Ingram (20 años, en Costa Rica) son dos jugadores talentosos llamados a darle mucho a la Azul y Blanco, sin embargo si han quedado fuera es porque probablemente en algo fallaron y sería bueno que reflexionaran si las razones por la que no están son más válidas de lo que piensan o mantener ese mismo comportamiento que quizás tarde o temprano tampoco valide el próximo seleccionador. Una de las mejores virtudes de Duarte es saber trabajar con jóvenes y ustedes forman parte de esa nueva generación que ya casi asumirá el relevo.

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