Representantes de diferentes sectores coinciden en que urge la inversión actual en generación eléctrica, con el fin de evitar que el régimen de Daniel Ortega herede un grave problema para el país: apagones a partir del 2022, según un documento oficial del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
“Yo diría que no es problema de ahorita, aunque ahorita lo complica porque será difícil de resolver cuando no hay clima de inversión adecuado”, dijo Mario Arana, presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham).
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Problema se puede adelantar
Juan Carlos López, asesor en temas de ayuda al consumidor, señala que ahorita el país tiene capacidad para suplir la demanda, pero el régimen está previendo que no habrá inversión nueva y, por tanto, habla de problemas en el futuro.
“Visualizar eso para el 2022 y que se restablecerá hasta el 2026, te indica que el sistema eléctrico está vulnerable a cualquier incidente y posiblemente antes de la fecha mencionada se den los problemas”, reflexionó López.
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Agregó que esto, en consecuencia, causará un aumento en la tarifa de energía.
“Para tres años hablar que va a haber deficiencia es que no hay inversión, porque a esta altura debería de estar trabajándose en un plan, pero todo plan requiere inversión y ellos no la tienen”, sostuvo López.
Cabe destacar que César Zamora, presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN), en una entrevista con LA PRENSA el mes pasado reveló también que desde que estalló la crisis sociopolítica se frenaron las nuevas inversiones, quedando el país a expensas de las reservas energéticas y parte de esas reservas corresponden a plantas energéticas viejas y obsoletas que están en un plan de retiro.
Situación se estabilizará hasta 2026
El nuevo Plan de Expansión de Generación de Energía Eléctrica Nicaragua 2019-2033 advierte que a partir del año 2022 el país sufrirá apagones constantes debido a la falta de inversión actual en plantas generadoras de reserva y el problema se estabilizaría hasta el 2026, según está planteado en la actualidad.
El plan de expansión, elaborado por el Ministerio de Energía, detalla que “será a partir del año 2026 que se garantizará el cumplimiento de la reserva de regulación, debido a que está planificada para entonces la entrada en operación de una planta de gas natural y plantas hidroeléctricas con embalses, pero no se precisa quién financiará dichos proyectos”.
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Importar energía
Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), manifestó que ante esta situación lo más viable es que el país comience a importar energía, lo que además ayudaría a abaratar los costos de la misma.
“Desde hace tiempo nosotros hemos insistido que el país debe usar el Mercado Eléctrico Regional, porque eso ayudaría a bajar el costo de la energía y en este contexto que se plantea también sería un beneficio”, dijo Maltez.
De hecho, el documento del MEM recomienda que para garantizar la reserva de energía se debe realizar “el proyecto de conexión de la línea Sistema de Interconexión Eléctrica para Países de América Central (Siepac) Ticuantepe-Cañas a la subestación La Virgen, con lo cual se garantiza la estabilidad de voltaje y la redistribución de los flujos por la interconexión sur”.
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Al mejorar la red de conexión en Centroamérica, se permitiría importar una mayor cantidad de energía necesaria para darle estabilidad al sistema.
Energía renovable en “stand by”
El Plan de Expansión de Generación de Energía Eléctrica de Nicaragua indica que la generación de energía renovable en el lapso 2019-2033 será de un 70 por ciento, sin dar a conocer cuántos de esos proyectos ya tienen financiamiento.
El plan de expansión únicamente dice: “La introducción de nuevos proyectos de generación basados en energías renovables en el periodo 2019-2033 permitirá modificar la matriz de generación, aumentando la participación de generación de energía renovable del 58 por ciento en el año 2019 al 70 por ciento en el año 2033”.
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El escenario de referencia detalla que se introducirá 1,244 megavatios de energía, de los cuales 944 MW son proyectos de generación renovable: 54 MW biomasa, 162 MW solares, 207 MW eólicos, 85 MW geotérmicos y 436 MW hidroeléctricos.