Del presupuesto estatal se usaron 842 millones de córdobas para que el Consejo Supremo Electoral (CSE) montara las elecciones regionales de la Costa Caribe, unos comicios que generan más dudas que confianza, dada la falta de supervisión nacional e internacional, así como por las denuncias de ilegalidades cometidas por el partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Los comicios de la Costa Caribe se realizaron éste 3 de marzo en un contexto marcado por la crisis sociopolítica por la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles, desde el 18 de abril pasado.
El régimen de Daniel Ortega se empeña en aparentar un país en normalidad y por eso el CSE celebró los comicios caribeños, a pesar de que la mayoría de la población lo que exigía es suspender ese proceso y adelantar las elecciones nacionales para que el pueblo elija un nuevo gobierno.
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Grave falta de transparencia
Durante todo el proceso de las regionales, el CSE destacó por su falta de transparencia, pues por ejemplo fue hasta el sábado 2 de marzo, es decir un día antes de las elecciones, que informó a medios oficialistas que 348,491 habitantes mayores de 16 años estaban habilitados para votar en el Caribe.
Son datos que no se pueden confirmar, puesto que el CSE no transparentó el padrón de votantes regionales en su sitio web.
Lo que sí se pudo determinar es que el CSE recibió 842 millones de córdobas en asignación presupuestaria para las elecciones regionales. El monto lo recibió en dos partidas, en 2018 se le asignó 499.28 millones de córdobas para organizar el proceso, según el Presupuesto de la República disponible en el Ministerio de Hacienda.
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En 2019 se le asignaron otros 342.90 millones de córdobas adicionales al CSE para las votaciones caribeñas.
Campaña pro Frente Sandinista
La elecciones regionales las realizó el CSE en un escenario propicio para otro fraude, pues el FSLN mantuvo el control de los consejos electorales, no se permitió a observadores nacionales e internacionales y hasta los magistrados hicieron campaña a favor del partido sandinista.
Durante casi un año, la página web del CSE estuvo deshabilitada, siendo activada unos días antes de las regionales caribeñas, pero su contenido solo era un video promocional sobre el proceso en el que se usó el lenguaje similar al utilizado por Rosario Murillo en sus mensajes en documentos y medios oficialistas.
“Todas y todos los ciudadanos del Caribe Sur y Caribe Norte de Nicaragua ejerceremos por octava ocasión el voto para elegir a nuestras autoridades regionales…. fortaleciendo la unidad caribeña, regional y nacional”, es parte de la propaganda del CSE con un similar mensaje de la campaña de Murillo y el FSLN.
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Incluso, la magistrada electoral Mayra Salinas, en sus actos en los municipios del Caribe el fin de semana, hizo elocuencia al discurso de Murillo en una evidente propaganda a favor del FSLN.
“Consideramos necesario seguir manteniendo ese clima de tranquilidad de paz, de concordia, de encuentro pacífico donde todas las familias sientan que es una fiesta cívica para el fortalecimiento de la democracia, de la autonomía en la Costa Caribe”, dijo Salinas el sábado 2 de marzo en Bilwi.
Proceso electoral sin credibilidad
En las elecciones regionales del Caribe, que se celebran cada cuatro años, participaron 13 partidos nacionales y seis noventa consejeros de dos regionales autónomas, comenzó ayer domingo en medio de dudas sobre la transparencia del proceso y de la peor crisis sociopolítica del país en décadas.
Además del FSLN, participaron el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Ciudadanos por la Libertad (CxL), el partido indígena Yatama y otras agrupaciones caribeñas y colaboracionistas del orteguismo.
El grupo The Economist Intelligence Unit, en un reciente informe, advirtió que los comicios regionales de Nicaragua “es poco probable que sean libres o justos”.