El régimen de Daniel Ortega continúa con su campaña de acoso e intimidación contra las personas sospechosas de pertenecer a la resistencia cívica, al mandar a pintar amenazas de muerte en sus casas, donde se les acusa de terroristas, golpistas y asesinos y recetarles “plomo”, sin que estas acciones represivas sean investigadas.
Esta forma de hostigar es catalogada por defensores de derechos humanos como “criminal y fascista”, porque además de estigmatizar, podría inducir a otros actores de la represión a atacar a las familias al inyectarles el odio del discurso oficialista.
Lea además: Al menos 20 exiliados nicaragüenses que fueron deportados de EE.UU. están desaparecidos
“Daniel Ortega (dictador de Nicaragua) está usando dos estrategias: el miedo para que la gente se aterrorice y se vaya, y el odio para los que andan actuando. Así las personas actúan con odio, con venganza. Definitivamente este hombre ha descompuesto completamente el país y va a ser difícil reconstruir el tejido social porque lo está dejando desbaratado”, reaccionó Vilma Núñez, defensora de derechos humanos.
En esta campaña de acoso e intimidación, definidas por Núñez como tortura sicológica, son claves los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), al actuar como espías y pasar la información de sus vecinos a policías y paramilitares, quienes posteriormente y amparados en la oscuridad hacen las pintas con graves acusaciones y amenazas.
Puede leer: Roberto Cajina: despliegue de Policía Orteguista es para intimidar y disuadir
El defensor de los derechos humanos Gonzalo Carrión recordó que los CPC (ahora denominados como sapos en el argot popular) fueron creados en 2007, año en que Ortega regresó al poder en Nicaragua, con el fin de realizar un trabajo de control social, identificando quiénes no simpatizaban con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y saber qué hacen esas personas y quiénes le visitan. “En estos últimos meses solo se ha visto con todas las garras de la represión”, agregó.
Carrión mencionó un ejemplo de este sistema de espionaje que creó y utiliza el régimen. Se trata de una familia que vive cerca de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y que en abril de 2018 estuvo colaborando con los estudiantes con agua y alimentos, acciones que fueron grabadas en celulares por miembros de los CPC de la zona y posteriormente fue compartido con la Policía Orteguista. Como resultado de esto le rafaguearon la vivienda e hirieron a un joven.
Hitler también lo hacía
La campaña de hacer pintas en las casas fue una práctica fascista de los dictadores Benito Mussolini en Italia y Adolfo Hitler en Alemania, al mandar a hacerlo con los judíos y opositores a quienes perseguían para matarlos.
Las pintas se hacían en sus casas, negocios y medios de transporte para estigmatizarlos socialmente primero y luego atacarlos o llevarlos a campos de concentración.
Además: Informe del GIEI: la represión policial es de vieja data
En el país, en las últimas semanas se ha reportado este tipo de ataques y amenazas. Solo en Jinotepe y Diriamba, Carazo, han pintado al menos cuarenta casas en las últimas dos semanas y en San Juan del Sur, Rivas, al expresidente del Banco Central de Nicaragua, Mario Arana, le pintaron una vivienda y su vehículo.