El exdirector de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Pedro Mario Burelli (1996-1998), afirmó que la crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua desde hace seis meses ha dejado en evidencia la exportación de un sistema represivo y violento en la región que proviene de Cuba, un país al que señala de ser el instigador de la crisis en Venezuela y Nicaragua, que ha dejado centenares de muertos.
Identificar esa estrategia de represión brutal, cuyo objetivo es mantener en el poder a las dictaduras en la región, llevó tiempo, sostiene Burelli.
“Costó mucho porque (Estados Unidos) no quería cubanizar el tema de Venezuela. Creo se quería manejar separado, pero cuando ocurre la crisis nicaragüense fue más claro identificar esos vínculos. Son demasiados obvios: (las dictaduras) han desatado mucha represión y violencia, ya no es un tema de control político, ideológico, o de simpatías, es la exportación de un sistema represivo en la región y creo que básicamente ya no se puede seguir segmentando esto, sino que lo vemos en su conjunto lo que está sucediendo en la región”, dijo el exdirector de PDVSA.
La dictadura cubana no permite a lo interno las protestas de la disidencia en las calles, reprime, encarcela y asesina a sus detractores, modelo que sigue al pie de la letra la dictadura Ortega Murillo.
En seis meses de protestas en Nicaragua, se contabilizan 528 muertos producto de la represión, la mayoría con disparos en la cabeza, el cuello y el tórax.
Mientras en 2017, en Venezuela, los cuatro meses de protestas dejaron un saldo de 135 muertes violentas, la mayoría producto de disparos en órganos vitales.
Eje del mal
Carlos Vecchio, coordinador político del opositor partido de Venezuela Voluntad Popular, exiliado en Estados Unidos, sostiene que en Nicaragua se ha instaurado una dictadura dirigida desde Cuba, y a su juicio, uno de los aspectos más importantes es que el Gobierno de Estados Unidos ya identifica a Cuba, Nicaragua y Venezuela como el “eje del mal” en la región.
“Daniel Ortega cruzó la línea. Es una dictadura abierta porque está asesinando al pueblo de Nicaragua y lo está haciendo con una línea muy clara desde Cuba, su mentor, con su política autoritaria, de represión para permanecer en el poder, y un financista que hasta hace poco era Venezuela”, acotó Vecchio.
Estados mafiosos
Burelli sostiene que la forma de operar de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua se asemeja a la de Estados mafiosos. “Una definición más precisa es la que hizo recientemente en Washington el embajador (William) Brownfield (exsubsecretario de Estado para Asuntos de Narcotráfico Internacional de Estados Unidos), es que un narcoestado no define lo que son estos gobiernos, son Estados mafiosos en que las cúpulas están involucradas en todo tipo de crímenes. Su ocupación fundamental es criminal y como son una mafia se van metiendo en distintos negocios ilícitos que van desde el tráfico de drogas hasta la corrupción extrema, como el tráfico de humanos, armas, lavado de dinero. Así es que la forma de definirlo es como Estado mafioso”, precisó Burelli.
“Creo que vamos a ver acciones, sanciones individuales a instigadores tanto civiles como militares en Cuba que están involucrados en la represión en Nicaragua”, apuntó el exdirector de PDVSA, a quien le resulta más clara la estrategia de Estados Unidos hacia los tres países afectados con regímenes dictatoriales tras el reciente anuncio que hizo en la ciudad de Miami el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, quien dijo habrá sanciones adicionales para los regímenes de Nicaragua, Cuba y Venezuela, a los que definió como la “troika de la tiranía”.
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Bolton anunció entonces sanciones para Cuba y Venezuela, y en el caso de Nicaragua, dijo que serán anunciadas en un futuro cercano.
“Mi llamado es para Latinoamérica y Europa a que se sumen e incrementen las sanciones tanto a funcionarios corruptos como a los violadores de derechos humanos”, exhortó Vecchio.
Hasta ahora, el gobierno de Donald Trump aplicó sanciones económicas en julio pasado a tres funcionarios del régimen orteguista, a través de la Ley Global Magnitsky, que castiga a señalados por corrupción y violaciones a derechos humanos.
Los sancionados fueron entonces Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía de Managua; Francisco Díaz, director de la Policía Nacional y consuegro de la pareja presidencial; y Francisco López, vicepresidente de Alba de Nicaragua y tesorero del partido de gobierno. También a Roberto Rivas, expresidente del Consejo Supremo Electoral (CSE); este último en diciembre de 2017.
La Ley Magnitsky autoriza al presidente de Estados Unidos a cancelar visas, congelar bienes y activos a personas extranjeras responsables de graves violaciones a los derechos humanos y a funcionarios asociados a casos de corrupción.
Crisis en Nicaragua
El país vive una crisis desde el pasado 18 de abril, cuando comenzó la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles que demandan la salida de la pareja dictatorial de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En septiembre pasado, el régimen orteguista declaró ilegales las protestas ciudadanas a través de un comunicado de la Policía Orteguista dirigida por el consuegro de Ortega, Francisco Díaz.
Más de quinientas personas han sido detenidas por la Policía Orteguista y los paramilitares, lo que es considerado por los críticos como secuestros o detenciones ilegales. El régimen orteguista solo reconoce 273 presos.
En el contexto de crisis en el país, Estados Unidos ha sido uno de los países que más ha demandado un diálogo para buscar una salida pacífica a la crisis, mientras ha denunciado la represión de Ortega en distintos foros internacionales.