El Gobierno de Reino Unido condenó este viernes el uso “deliberado y excesivo de la fuerza” por parte de la Policía Nacional y paramilitares para reprimir a los nicaragüenses que protestan contra del gobierno de Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, que ya ha dejado más de 350 muertos.
Además, el gobierno británico a través de una declaración emitida por su embajada en San José, Costa Rica, expresó su preocupación por “las denuncias de violaciones de los derechos humanos, incluidas ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tortura e intimidación”, lo que representa que “el deterioro de la situación en Nicaragua es alarmante”.
Lea además: Muertes en represión ya alcanzan la misma cifra de homicidios en un año en Nicaragua
También instó a las autoridades nicaragüenses a acatar las recomendaciones emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y crear las condiciones adecuadas para la reanudación del diálogo nacional.
Lea también: Gobierno reprimió a población en los tranques pese a diálogo para desmontarlos
“El gobierno nicaragüense tiene la responsabilidad de poner fin a la violencia, proteger a sus ciudadanos y garantizar que los autores de abusos sean llevados ante la justicia”, cita la declaración.
El gobierno inglés también acogió la actuación de los obispo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) por su participación como mediadores en el diálogo nacional del cual esperan que las partes puedan “comprometerse con una resolución pacífica de la crisis”.
Lea más en: Holanda suspende por dos meses la cooperación con Nicaragua por violación de derechos humanos