Los estudiantes que se refugiaron en la parroquia Divina Misericordia tras el ataque de paramilitares en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN Managua) lograron ser evacuados la mañana de este sábado por mediación del Nuncio Apostólico Waldemar Stanilaw Sommertag y el Cardenal Leopoldo Brenes y fueron trasladados a la Catedral de Managua.
Tras 20 horas de disparos en ráfagas y de mantener las vías cerradas sin permitir la salida de los heridos de la parroquia, los policías y paramilitares pararon el fuego y dejaron pasar a los religiosos junto a ambulancias para trasladar a los más heridos a centros médicos y evacuar a los refugiados.
Hasta Catedral de Managua llegaron decenas de ciudadanos, entre ellos las madres y los padres de los jóvenes que permanecían atrincherados en la UNAN MAnagua. Asimismo hasta Catedral llegaron miembros del Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los jóvenes fueron recibidos con alegría por los ciudadanos en la Catedral. Coraban consignas como “sí se puede”, “justicia”, “Patria libre”. A su llegada, todos cantaron el Himno Nacional.
Dentro de la parroquia habían estudiantes, periodistas y sacerdotes y se improvisó un puesto médico para antender a los heridos. Mientras afuera, los paramilitares disparaban contra la parroquia sin parar.
Durante el ataque murió al menos un joven que fue identificado como Gerald Vásquez.