El general en retiro y exjefe del Ejército de Nicaragua, Humberto Ortega, hermano del presidente designado Daniel Ortega, redactó una carta en la que propone adelantar elecciones presidenciales para el 2019 como la salida pacífica a la crisis que vive el país.
Sin embargo, en la misma misiva nunca llama por su nombre a la represión que ha impuesto su hermano al pueblo desde el 18 de abril de 2018.
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La propuesta de adelantar las elecciones la hicieron los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) a Daniel Ortega por medio de una carta que le entregaron personalmente al gobernante. En la misiva, los obispos propusieron como fecha para los comicios el 31 de marzo de 2019. Hasta ahora, el mandatario no les ha respondido.
La opinión en general
“El presidente Daniel Ortega, al adelantar constitucionalmente las elecciones presidenciales para el año entrante, dice sí a la paz”, afirmó el general Ortega en su misiva, divulgada este miércoles.
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Para proponer la salida de las elecciones adelantadas, el general Ortega intentó comparar las circunstancias de la negociación ocurrida en marzo de 1988, que anunció el fin del conflicto armado entre la Contrarrevolución y el FSLN, con la situación actual, que es en realidad diferente, dado que el Gobierno reprime a sangre y fuego a una población sin armas.
La represión del Gobierno ha dejado al menos 309 nicaragüenses asesinados, entre los que hay niños y adolescentes, según informes de organismos de derechos humanos.
Para Ortega, el adelanto de elecciones supondría la recuperación de la economía, la inversión externa y el turismo.
“Será el Gobierno que el pueblo elija en esas elecciones el que deberá convocar el acuerdo nacional para consensuar un plan humanista de nación que fortalece los valores”, dijo.
Desarmar a paramilitares a cambio de desmontar tranques
Sin embargo, el general también propuso un llamado a su hermano a ordenar “a lo inmediato” desactivar las “fuerzas parapoliciales y cualquier otra (fuerza) ilegal”, para que posteriormente los obispos y los miembros de la Alianza Cívica exhorten a los manifestantes a que levanten los tranques que se mantienen en diferentes departamentos del país.
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“Hoy los nicaragüenses sufrimos el actuar impune de ilegales civiles armados, encapuchados, parapoliciales que disparan a mansalva y ejercen controles solo permitidos por la Ley a las autoridades policiales o militares”, dijo Ortega y agregó que esta situación “ha impuesto un terrorífico estado de sitio no oficial en el país”.
Sin embargo, Ortega no es categórico en decir que esas fuerzas parapoliciales son del Gobierno para reprimir al pueblo. Además, afirma que se ha “recurrido a criminales pandilleros para actividades en pro o en contra del Gobierno”, cuando la misma población ha denunciado que quien contrata a delincuentes por 200 o 500 córdobas para avasallar a la población es el mismo Gobierno.
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Contrario al general Ortega, Roberto Samcam Ruiz, mayor del Ejército de Nicaragua en retiro, afirma que el Gobierno, en lugar de desarmar a paramilitares, está apostando por institucionalizar el terrorismo de Estado mediante la utilización de estas fuerzas. “Pretende retomar el control de las calles a través del pánico causado entre la población, sin importar que con cada acción terrorista se genere mayor repudio entre la ciudadanía, ya sea esta sandinista o de oposición a su gobierno”, dijo Samcam.
Para Samcam, el régimen de Ortega “ha copiado al pie de la letra la receta de ISIS (grupo terrorista) en el Medio Oriente, de someter a la sociedad mediante el terror desatado por sus huestes”.
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Otro hecho que dista de la realidad es la afirmación que hace el general Ortega en la carta al decir que “la Policía está en sus cuarteles” y la delincuencia anda suelta, cuanto la población es testigo y lo ha documentado en fotos y videos, que las autoridades policiales andan protegiendo a los paramilitares, quienes saquean negocios privados, queman viviendas e instituciones en su cara y no hacen nada.
Tranques son pacíficos
El exjefe del Ejército de Nicaragua señala a los tranques de ilegales e injustos y se acredita hablar por todos los nicaragüenses al pedir el levante de los mismos; sin embargo, no menciona que los tranques fueron una medida de presión usada por el FSLN también en los años en los que fueron oposición. En la actual situación, sirven de defensa para salvar vidas, pues impiden que las hordas gubernamentales entren fácilmente a asesinar a los jóvenes y demás manifestantes.
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“… Que levanten todos los tranques por muy justos que sean sus motivos, porque son ilegales y lesionan los derechos humanos… al impedir el libre tránsito”, dijo el general.
“Intentos terroristas”
Además, señaló que hay “intentos terroristas” contra él, monseñor Silvio Báez y la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu. La población ha denunciado que ha sufrido aterrorizada por los grupos afines al Gobierno.
“No les ha importado asesinar niños, quemar familias enteras, utilizar francotiradores en marchas multitudinarias, establecer un toque de queda de hecho en todas las ciudades del país, disparar”, dijo Samcam.