Tal y como ya había adelantado la familia de Javier Alexander Munguía, la Fiscalía General de la República lo vinculó a un delito común y desestimó la acusación sobre ese crimen.
El cuerpo de Munguía fue encontrado en las gavetas de la morgue del Instituto de Medicina Legal (IML), diez días después de su desaparición, con signos visibles de tortura.
Ahora la Fiscalía determinó que el 8 de mayo junto a otro joven este intentó cometer un robo “en una casa de habitación de Managua”, donde estaba un grupo de universitarios y con un arma de fuego apuntó a una joven “y le ordenó que le entregara todo lo que tenía”.
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Según el comunicado de la Fiscalía, la joven corrió al interior de la casa gritándole a sus compañeros que había unos ladrones, Munguía la siguió, intimidó a otros estudiantes quienes supuestamente “atemorizados” forcejearon con Munguía y en una historia no muy bien contada, asegura la Fiscalía, lo desarmaron y “finalmente los estudiantes logran tomar el control de la situación, enterándose en ese preciso momento que Munguía Mendoza había fallecido”.
Por tanto, indica la Fiscalía, en un comunicado leído por la fiscal auxiliar Grethel Fernández, “habiendo analizado de manera objetiva las circunstancias de cómo ocurrieron los hechos” y teniendo a la vista los actos de investigación y el dictamen del IML determinó que “estamos frente a una eximente de responsabilidad penal”, bajo el alegato de legítima defensa.
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Este es uno de los casos denunciados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por la represión gubernamental y verificado por la delegación en Nicaragua sobre el mal manejo del protocolo que debió cumplir el IML. Ahora la Fiscalía busca hacer creer que este hecho es ajeno a los asesinatos de abril a la fecha.