Con los ojos llenos de lágrimas y voz de angustia, Margarita Mendoza cuenta que su hijo Javier Munguía está desaparecido desde el 8 de mayo y que hay personas que le aseguran que fue apresado por la Policía Nacional, creyendo que es del movimiento que protesta contra el gobierno de Daniel Ortega.
Su pecado, narra Mendoza, fue estar cerca de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), exactamente por el Recinto universitario Pedro Arauz Palacios (Rupap) La razón era ir a buscar trabajo con su currículum en mano.
“He estado yendo a los hospitales, a todas las estaciones de Policía y me han dicho que no está. Hasta a Medicina Legal fui a preguntar si hay algún desconocido (que podría ser él) y me dicen que no”, expone Mendoza.
En su desesperación por encontrarlo también ha ido a la Dirección de Auxilio Judicial, que son las cárceles tenebrosas conocidas como El Chipote, y aunque en los portones lo niegan, quienes salen en libertad le aseguran que está dentro cuando les muestra una foto suya. También, en las inmediaciones de la Upoli le han asegurado que la Policía se lo llevó.
La denuncia de la desaparición fue puesta en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).