El administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Mark Green, anunció que su gobierno continuará apoyando la participación “libre, segura y genuina” de la sociedad civil nicaragüense, tras manifestar que Estados Unidos sigue con preocupación el cierre de espacios democráticos en Nicaragua, las sistemáticas violaciones a los derechos humanos y la propagación de la corrupción del gobierno del designado presidente Daniel Ortega.
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“Las organizaciones no gubernamentales enfrentan una creciente represión en varios países, los Estados Unidos creen que es imperativo que trabajemos en estrecha colaboración para respaldar el papel vital que todos ustedes desempeñan”, dijo Green.
“Nuestra máxima prioridad es empoderar la participación libre, segura y genuina de las organizaciones independientes de la sociedad civil, cuyos miembros arriesgan sus vidas en la búsqueda de la transparencia y otros derechos y libertades fundamentales”, añadió durante el encuentro de líderes de la sociedad civil.
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Green participó en la Cumbre de las Américas realizada en Lima, Perú, donde se refirió a la falta de democracia en Nicaragua.
Daniel Ortega no asistió al foro regional y se ha mantenido en defensa de su aliado político, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, a quien el gobierno de Perú le revocó la invitación al foro por considerar que no es un país democrático.
El alto cargo de Usaid también se refirió al acoso e intimidación del régimen de Ortega hacia las organizaciones de la sociedad civil, incluidas las comunidades indígenas.
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“Estados Unidos sigue preocupado por el cierre de espacios democráticos por parte de Daniel Ortega, los continuos abusos contra los derechos humanos y la intimidación de su gobierno a las organizaciones de la sociedad civil, incluidas las comunidades indígenas. Eso sin mencionar la creciente corrupción y propagación en todo el gobierno”, acotó.
Solicitud de congresistas
La administración del presidente Donald Trump decidió suspender la ayuda a Nicaragua a través de esa agencia, propuesta para el próximo período fiscal 2018-2019.
Tres influyentes congresistas, Ileana Ros-Lehtinen, republicana, junto con los congresistas demócratas Eliot Engels y Albio Sires, enviaron una carta en marzo pasado al administrador Green, en la que instan al gobierno estadounidense a revertir la decisión de cero ayuda a Nicaragua. Sin embargo, le exhortan a “evitar apoyo a miembros del sector privado vinculados en corrupción, lavado de dinero y con el régimen de Daniel Ortega”.
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“El espacio democrático en Nicaragua se ha deteriorado rápidamente y creemos que la programación (de ayuda) de Usaid es fundamental para empoderar a la sociedad civil, restaurar el Estado de Derecho y reforzar los procesos electorales, componentes importantes para promover la democracia, así como la seguridad y estabilidad de Estados Unidos y nuestros aliados en toda la región”, expresaron los congresistas en la carta.
El representante de Usaid afirmó que Estados Unidos sigue firmemente comprometido con la promoción de los derechos humanos, la democracia y la reducción de la corrupción en las Américas. Al mismo tiempo hizo alusión a la persecución gubernamental que enfrentan organismos sin fines de lucro.
Nombramiento
Por otro lado, el presidente Donald J. Trump anunció la nominación de Bonnie Glick, para ocupar el cargo de administradora adjunta de Usaid.
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Glick, cuya carrera inició en el servicio exterior en el Departamento de Estado, sirvió en la misión de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Etiopía, y en Nicaragua, donde fue designada para laborar en la Embajada de los Estados Unidos en Managua, en el período posterior a la derrota electoral de los sandinistas en 1990. Tiene una amplia experiencia como oficial del Gobierno de Estados Unidos.