En poco más de un año que el presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, le prorrogó el nombramiento como directora de facto de la Policía Nacional a la primera comisionada Aminta Granera, son contadas fácilmente las actividades públicas en las que esta ha participado.
Esto lleva al general en retiro Hugo Torres a considerar que “es una cara de adorno, es un florero, que más bien lejos de elevar el papel de la mujer termina denigrándola porque es humillante tenerla en ese cargo (…) cuando todo mundo sabe que ya no es la jefa real efectiva de la Policía”.
El especialista en temas de seguridad, Roberto Orozco califica la presencia de Granera en la Policía como “protocolaria”.
Las actividades públicas más relevantes en las que apareció Granera durante 2017, que está por concluir, han sido el 38 aniversario de la fundación de la Policía Nacional, un acto de ascenso en grado a oficiales de León y la reunión de jefes centroamericanos como parte de las mismas celebraciones en septiembre pasado.
Las otras actividades en las que ha comparecido Granera han sido colocar ofrendas florales como ocurrió el recién pasado 27 de noviembre ante el monumento erigido al Soldado de la Patria o cargar un tramo de la peregrinación de la imagen de Santo Domingo por Managua, como ocurrió en agosto pasado.
Hace mucho tiempo que Granera ha guardado silencio sobre la ocurrencia de hechos graves de seguridad que han causado alarma en el país, como fue la masacre de la comunidad de San Pablo XXII, municipio de La Cruz del Río Grande, Caribe Sur.
Para Torres, la actuación actual de Granera dista mucho de la que tuvo ella con la masacre ocurrida en Las Jagüitas, en julio de 2015.
Consuegro es el verdadero jefe
Aunque hay diversos puntos de vista sobre el papel y los motivos que desempeña Granera hay coincidencia en cuanto a que quien funge como jefe de la institución policial, es el subdirector y consuegro de la pareja designada, comisionado general Francisco Díaz.
Torres considera que existe “un contraste tremendo” entre el primer período administrativo de Granera con el actual.
Esto es porque según el director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, la intención ha sido de “invisibilizarla”, aunque destaca que esta “se apagó simultáneamente en el momento en que se apegó a la ilegalidad”.
Mientras que la especialista en temas de seguridad, Elvira Cuadra, opina que su ausencia en las tareas jerárquicas de la Policía, tiene que ver con una decisión del Ejecutivo de retirarla “informalmente” y darle más relevancia al comisionado general Díaz.
“Hemos observado que la comisionada Granera en su tercer período ha bajado el perfil”, señaló por su parte, Skarlleth Martínez, investigadora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), quien observa que por la frecuencia con que aparece en público el comisionado general Díaz podría ser que lo preparan como el sucesor.
Al general en retiro, Hugo Torres le parece muy extraño que la pareja designada mantenga a Granera en la jefatura de la Policía, lo que le lleva a pensar que piensan que “algún rédito” le pueden sacar a esto.
El exmilitar menciona una serie de posibilidades alrededor de esto y una de las consideradas es que la vean “como rostro de exportación” por el hecho que es mujer, por provenir “de una familia ilustre de León” y por ser la única mujer policía en Centroamérica.
“De esa forma también puede ser que Ortega piense que así suaviza también la represión del cuerpo policial y también la podría tener ahí como una especie de apagafuego, que sale en condiciones críticas de la Policía Nacional sale a dar la cara, a dar la versión que más le conviene al régimen sobre determinados hechos”, dijo Torres.
Otra posibilidad por la que Granera permanece en ese cargo, según Torres, podría ser falta de confianza en la capacidad del comisionado general Díaz, aunque Torres recuerda que , “de hecho ninguna de las caras visibles que vemos ejerciendo el mando de la Policía son los verdaderos jefes de la Policía, los verdaderos jefes de la Policía están ocultos, no los vemos”.
Jefa pero relegada
El secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, recordó que “desde que fue reelegida (Granera) se ha violentado la Constitución, la Ley de carrera policial y los instrumentos jurídicos en materia de derechos humanos”.
Lo que aprecia en cambio el secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, es que Granera “ha sido relegada de sus funciones”.
“Da la impresión que ella solo está de nombre, dentro de las funciones jerárquicas no juega un rol importante”, expresó Carmona quien aseguró contar con información que indica que los subordinados de Granera no acatan sus instrucciones, pese a que dentro del gobierno “quieren vender (la idea) al pueblo que es una mujer la que está al frente (de la institución) cuando en realidad es el consuegro de Ortega (… ) no es una señal positiva”.