14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio. LA PRENSA / Jader Flores.

Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio. LA PRENSA / Jader Flores.

Otto de la Rocha: “Mis programas de radio son educativos”

El pícaro y conocido productor y locutor de radio, Otto de la Rocha, asegura que sus programas Lencho Catarrán y La Paloma Mensajera educan a la gente.

A sus 84 años no tiene ni quiere chofer. Todos los días toma su vehículo y maneja hasta la Nueva Radio Ya, al frente de la UCA, para grabar sus programas o para locutar en vivo. Don Otto de la Rocha suma 71 años de trabajo sin parar, y se siente orgulloso de ellos. “Yo no puedo dejar de trabajar, hermano”.

En la radio tiene tres programas: Lencho Catarrán, que retrata un pueblo rural de Nicaragua con un puñado de personajes pintorescos; la Paloma Mensajera y la Paloma Caliente, que son “de jodedera”, cuentan con mucha audiencia y han sido criticados por algunas personas por ser “vulgares”.

En 2017, sobre todo en las últimas semanas, De la Rocha ha recibido importantes premios y reconocimientos, entre los que destacan la Orden José Dolores Estrada de la Asamblea Legislativa y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN). En esta entrevista, don Otto habla con su característica picardía de lo premiado: su vida y su dedicación al entretenimiento radial y a la música, que lo han convertido en toda una celebridad en Nicaragua.

¿Qué piensa por estos tributos a su carrera, a su legado?
Me asusta. ¿Por qué razón? Imaginate vos. En este mes se me acumularon muchas cosas. Pinturas Modelo hace una publicidad y como el nombre es Modelo, buscan a ciudadanos modelo. Y me buscan a mí porque salí del montón, pues. Un hombre modelo. Me dieron una gran medalla. El Colegio Bautista cumplió 100 años. Yo salí del Colegio Bautista y ellos escogieron a alumnos que salieron en esos 100 años y me escogieron a mí para darme otra medalla, otro reconocimiento. ¡Bam! Sale lo de la Asamblea. “¿Será que me voy a morir?”, me dije yo. Me dieron una orden que solo se la dan a los presidentes, a los expresidentes… La Orden José Dolores Estrada en grado de Gran Cruz. Después revienta el Honoris Causa de la UNAN de León y después el de Managua. ¿Y qué pasa?, digo yo. ¿Ah? ¡Este es un preludio! Es que voy de viaje ya (ríe),

Descríbame un día normal suyo, a sus 84 años.
Todos los días son de inmenso trabajo. Yo tengo tres programas en la radio, los cuentos de Lencho Catarrán yo los manejo. Cuando no tengo escritor los escribo yo y ese es un trabajo. Además yo tengo que conseguir mis anunciantes. Estoy como los curas que dan la misa, tocan las campanas, recogen la limosna…

¿Usted es el que llama a sus anunciantes?
Yo tengo que buscarlos, claro, tengo que buscarlos. A veces el anunciante me busca a mí por la cantidad de años que llevo en esto, pero a veces soy yo.

¿Cuáles son sus tres programas? Lencho, la Paloma Mensajera…
Y la Paloma Caliente, que es al mediodía.

¿Y ese es más picante que la Mensajera?
No, no, no. Los que la ponen picante son los que llaman por teléfono, porque dicen unas vulgaridades que ni quiera Dios. Ahí tenemos que estarlos atajando nosotros. A Lencho lo grabamos los martes, los cinco episodios de la semana. Y los sábados utilizamos uno más viejo. La Palomita Mensajera lo grabo todos los días en la mañana. La Paloma Caliente sí es en vivo. Ahí soy yo, Otto de la Rocha, y me acompaña el locutor que está de turno. Ahí molestamos. La gente llama y nos tienen que llamar con “Mi abuelo decía…”. ¿Qué decía el viejito? Ahí es donde dicen las barbaridades. Pero es un programa que le gusta a la gente, porque nosotros somos jodedores, esa es la verdad.

¿Se refiere a los nicaragüenses?
Claro, todos, todos. Todos somos vulgares, malhablados, jodedores y alegres.

¿A usted lo han criticado por estas cosas?
¡Claaaro! Allá no más en los años ochenta, que yo comencé con la Palomita Mensajera, las mujeres que están en las filas del feminismo, que rechazan todo lo que sea hombre, decían que yo ponía las canciones machistas. Yo ocupo las canciones en la Palomita Mensajera para rebanarlas. Yo dialogo con la canción. Le contesto al que está cantando, lo mando a la bosta y etcétera. Cuando por ejemplo dice el cantante: “¿Por qué te fuiste si yo te adoraba?” Entonces le dice Aniceto: “¿Y pa qué sos baboso?” Y también los programas, tanto Lencho como la Palomita, los ocupo para inducir a los jóvenes a que estudien. No solo los jóvenes sino todos los que me escuchen. Que vayan por el camino recto, que se porten bien, que respeten y brindarle amor a sus padres, el respeto a los ancianos, al profesor, el respeto a lo ajeno. Cuando las madres me escriben: “Mi hijo, tengo tantos años de no verlo”, entonces yo los trato mal. Porque es tu madre que te parió. ¡Cuando te parió le ardió hasta el galillo! Cosas así, pues, ¿verdad? Entonces mi programa, hasta cierto punto, si usted lo analiza, es educativo. Porque mando a los muchachos a estudiar. Mando a que cuiden sus útiles. Mando a que quieran a su colegio, que respeten a sus mayores. Esa es una enseñanza. Ahora, ¿por qué el programa habla barbaridades? Porque esa es la miel. Si yo no hiciera el programa así, nadie lo escucharía.


Lea también – Fabio Gadea: “Ortega no me malquiere”


Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio. LA PRENSA / Jader Flores.
Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio. LA PRENSA / Jader Flores.

¿La audiencia quiere las barbaridades?
¡Claro! Un programa que no tiene miel, salsa, la gente no le pone mente. Los taxistas encantados oyen la Palomita Mensajera. (Cambia la voz) “Ve, ¡clase chunche!” Un chunche es un chunche. ¡Pasame este chunche! Cualquier cosa puede ser un chunche. Eso les alegaba a las feministas en aquella época.

¿Y el feminismo, que lucha por la equidad de género, lo ha vuelto a contactar para debatir al respecto?
No, una vez tuvimos un debate en vivo, en la Radio Nicaragua. A mí no me amilanan, porque ellas odian al hombre. Y eso no es correcto. Eso no es correcto. No quieren nada con el hombre. Que las canciones son machistas… ¡No hombre! Canción es canción. Las canciones son expresiones del ser humano, tanto hombre como mujer, que son trozos de su vida. Esa es la canción. Entonces lo que hago yo es rebanar las canciones. Yo no hago ese tipo de canciones. Mis canciones no son así. Mis canciones, las que yo compongo, son canciones dedicadas al amor. Porque yo soy un profundo enamorado del amor.

¿Entonces sus programas son educativos o lúdicos, de entretenimiento?
Mirá, mis programas están llenos de picardía, de buen humor y de doble sentido. Esa es la miel.

¿No es contradictorio decir que la Paloma Mensajera es educativa?
¡Por eso! Por eso te digo yo que si yo no lo hago así la gente no lo escucha. Pero yo siempre mando a estudiar al muchacho, mando a que se porte bien, mando a que respete a sus padres, que los quiera, que se olvide de la droga. Esa es la intención mía. Yo les digo: “¡Estudien, no sean caballos! Porque el que no estudia ni a relinchar aprende”.

¿Sabe cuánta gente lo escucha? ¿Hay estadísticas de la audiencia?
Son programas de mucha audiencia. No te podría decir yo, pero son de mucha audiencia.

¿Cuándo empezó a hacer radio?
Yo tengo 71 años de andar en esto. 71 años de andar dentro de la farándula, la música, el canto, la radio. No todo el tiempo me dediqué a esto, porque cuando vine de 13 años aquí en Managua, trabajé de mocudo. Ayudante a albañil, ayudante a carpintero. ¡Así aprende uno! De 13 años vine aquí a Managua. Y yo amo Managua por eso. Por eso le hice una canción alegre. Cuando yo vine de 13 años Managua me abrió las puertas de su casa, de su corazón… Tengo 71 años de vivir en Managua. Yo soy de Jinotega. Amo mi pueblo, porque mi pueblo me trae recuerdos muy lindos de mi infancia. Muchas veces anduve descalzo, pero era feliz. Muchas veces desayunamos tortilla con cuajada nada más, y cafecito negro, pero era feliz. Eso no lo cambiaría por nada en el mundo. Pero Managua es mi vida.

 

Yo estaba con la revolución. Dos de mis hijas se fueron a la guerra. Mi casa era casa de seguridad. Había 35 personas ahí. Yo no comulgo con las ideas de Fabio (Gadea). Somos amigos, pero política no…”. Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio.

Otto de la Rocha sostiene la Orden José Dolores Estrada y el doctorado Honoris Causa de la UNAN. LA PRENSA / Jader Flores.
Otto de la Rocha sostiene la Orden José Dolores Estrada y el doctorado Honoris Causa de la UNAN. LA PRENSA / Jader Flores.

¿Usted vino solo de Jinotega o con hermanos?
Soliiito, solito. Es que ve: cuando a uno lo educan por la línea recta, un chavalo de 13 años, de la época mía, es un chavalo con convicciones puntuales. Yo vine aquí buscando a mi padre para que me ayudara, pues, para los estudios. Yo solamente cursé primaria, secundaria, y él no me quiso ayudar. ¿Qué tenía que hacer yo? Si hubiese sido otro, de esta época, con perdón tuyo y del otro joven, agarran el camino de la vagancia. El camino de la pandilla, etcétera, etcétera. Pero lo primero que hice yo fue buscar trabajo. Y lo hallé. Desde entonces no he dejado de trabajar nunca en mi vida. 84 años tengo, y orgullosamente te digo yo: Nunca he dejado de trabajar.

¿Y cuándo comenzó con la música?
No, es que fue paralelamente. Cuando yo vine yo ya cantaba. Yo ya tocaba guitarra. En mi pueblo yo era el artista exclusivo de la escuela. No había bailada que no me sacaban cantando, recitando. Ya venía yo con un camino. Yo vine aquí a trabajar pero no soltaba mi guitarra. Ya empezaba a buscar una radio. Hallé una, empecé a cantar. Me escucharon algunos que les gustaba mi voz, empezamos a armar tríos. Empezamos al desarrollo de la farándula, pues. Desde ese momento. Yo vine aquí y empecé a estudiar cosas de oficina, contabilidad, para poderme defender, porque en esa época eso era lo máximo. Y paralelamente me dedicaba a la música. A cantar, a hacer anuncios, a matar chivos, que le decimos nosotros, a serenatear.

¿Cuándo comenzó con estos cuentos pintorescos del campo nicaragüense? ¿Fue con Fabio Gadea?
Fabio Gadea tenía un programa en Radio Católica. Yo ya estaba en Radio Mundial trabajando con un programa que yo tenía que se llamaba El Indio Filomeno, y Fabio tenía un programa de música donde invitaba artistas. Él nos invitó. Yo tenía un trío en ese momento, el trío Chontal. Éramos tres cantautores. Y entonces un día de tantos me dice Fabio: “No te vayás que quiero hablar con vos”. Correcto. Ajá, ¿qué pasó, para qué me querés? “Me vas a leer este libreto como campesino”, me dice. ¡Je! ¿Claro, cómo no voy a poder? Yo aprendí a leer a los cinco años. El aprendizaje, con perdón tuyo y del otro joven (el fotoperiodista), era mucho mejor que ahora. El aprendizaje de ahora es un poco flojo. Es bastante flojo. Agarré el libreto y comencé a leerlo como campesino. “Perfecto —me dice Fabio— vos vas a ser Pancho Madrigal”. ¡Por poco me voy de fundillo! Era un programa que me encantaba y que yo lo oía. El que lo estaba haciendo se enfermó, le dio derrame. Se llamaba Rodolfo Arana Sándigo, tío Popo. Y se enfermó, pues, ya está.

¿Cuánto tenía de existir Pancho Madrigal?
Dos años. Y ya tenía una fama grandísima. Así empecé yo a saborear lo que era la radio. La radio, radio, pues. Cuando ya me jaló Fabio yo quise poner mi programa del indio Filomeno en otra radio, pero Fabio estaba haciendo la Corporación. “No —me dice— lo vas a poner en mi radio”. Ese era un programa jodedor, que yo hacía solo. Me inventaba todos los personajes. Así fue. Ya me trasladé a Radio Corporación. Pancho Madrigal y el indio Filomeno. Nos decían la radio de los inditos. Ahí tuvimos varios programas. Estaba el indio Filomeno, Pancho Madrigal, la Guantanamera, Corporito, el Brazo 540; tenía otro programa del Ministerio de Agricultura que yo lo escribía, era Orientación Campesina. Teníamos mucho trabajo. Ahí la Guardia (Nacional de Somoza) nos hostigaba. El famoso coronel Luna (jefe de Radio y Televisión de Guardia Nacional, Alberto Luna Solórzano) me demandó tres veces. Me levantó un juicio.

¿Por qué?
Porque en esa época la dictadura era férrea. Entonces nosotros ocupábamos los programas, tanto Fabio como yo, para tirarle indirectamente al Gobierno. El chigüín no se conocía. La palabra “chigüín” no se conocía. Yo lo puse dentro de mi programa. Entonces bajo esa condición fue que le encajaron “el Chigüín” al hijo de Somoza (Anastasio Somoza Portocarrero). Y yo metía al chigüín. Y me decía Luna: “No creás que la Guardia es estúpida. Sabemos a quién te referís”. Cuando yo decía “Sodoma y Gomorra, léase ‘Somoza’”, ¿ me entendés? (ríe). Y el que hacía el juicio era un tal Josecito famoso, y con el perdón de ustedes, era un hijueputa bien hecho. Pero yo le contestaba lo que él me preguntaba y lo rebatía. En otra ocasión nos cerraron la radio, estando yo en la Corporación, porque Fabio, a través de un personaje que claramente era Sandino, aunque Fabio le ponía otro nombre… Entonces nos cerraron la radio. Esto fue un poco antes del triunfo de la revolución sandinista. ¿Qué más querés que te diga?


Puede interesarle – Ernesto Jerez, de ESPN, en entrevista “a lo profundooo…”


Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio. LA PRENSA / Jader Flores.
Otto de la Rocha, músico, productor y locutor de radio. LA PRENSA / Jader Flores.

Quiero saber cómo nació Aniceto Prieto.
Aniceto Prieto ya te voy a decir cómo nació. Yo tenía a varios programas ahí en la radio y hacía varios personajes creados por mí. Había creado a la Chepona, que era la suegra de Filomeno; a Filito, que era el hijo de Filomeno; al Che Guarusa, que era bueno al guaro; a un gringo que le decían Mastimbóm; Policarpio Matute, un indito… Yo me miraba en la necesidad de crear personajes. Tenía que crearlos para que el programa no fuera tan aburrido. Y ahí yo hacía un indito como Aniceto. Y cuando estábamos grabando Pancho, tal vez programas serios que escribía Fabio, cuando estaba hablando un sacerdote, serio, salía el indito (cambia la voz): “¡Qué lindo que habla el señor cura!” Me salía del libreto. Y al Fabio le encantaba eso. “Vamos a incluirlo en Pancho Madrigal”. Y él lo bautizó. “Le vamos a poner Aniceto por el ano. Y Prieto porque el ano es prieto”. Así nació. Así fue bautizado Aniceto Prieto. Pero al personaje yo le di todas las características. Fabio se moría de risa cuando yo decía caballadas con el indito.

¿Por qué salió de Corporación?
Con el triunfo de la revolución. Yo no comulgaba con las ideas políticas de Fabio.

¿Esa es la razón por la que dejó Corporación?
Me fui, me fui. Yo estaba con la revolución. Dos de mis hijas se fueron a la guerra. Mi casa era casa de seguridad. Había 35 personas ahí. Yo no comulgo con las ideas de Fabio. Somos amigos, pero política no… Y hay otros motivos que no vale la pena sacarlos a la luz. Ya después Fabio ha querido que yo regrese, pero no puedo. Ya no. Él es mi amigo y yo lo quiero mucho. Además yo le agradezco el que me haya abierto las puertas de su radio.

¿Y qué pasó con Aniceto? Ese personaje se quedó en Pancho Madrigal…
Ahí trataron de imitarme. Un montón de gente que trata de imitarme.

¿Ninguno ha sido bueno?
(Toma su tiempo para responder) No. Es que nunca segundas partes fueron buenas. En nada. Muchos hablan y empiezan a fingir la voz como Aniceto, pero no tienen ni la picardía ni el talento. Y eso es importante. No es que me las dé, pero así es.

¿En qué año nace Lencho Catarrán?
En 1982, igual que la Palomita Mensajera. Todos los muchachos andaban en la guerra. Los Cachorros, que les llamaban. Entonces me dice Guadamuz (Carlos Guadamuz), me dice: “Hacé lo que vos querrás”. Entonces hice un programa de jodedera para alegrar a los muchachos. Y me dio resultado. Pero también a los adultos les gusta el programa. No hay taxista que no oiga la Paloma.

¿Cuál es su personaje favorito de radio?
Aniceto Prieto. Pero me encantaba Filito, el hijo de Filomeno, porque era el chavalito jodedor. De esos chavalitos necios, como hay tantos. Pero sí, Aniceto Prieto es con el que me he quedado. Y yo lo presento en varios idiomas. Aniceto Prieto en chapiollo. Anis Price in inglish. Anicetov Prietovich en parrusqui, en ruso; Aniceté Pietroá en fransoá, en francés; y Anicietini Pietroccelini en italianini. La jodedera, pues. Ahora, yo trabajo con mi esposa, Georgina Valdivia. Tenemos 35 años de estar Juntos. 35 años de acompañarme ella en Lencho Catarrán. Nos presentamos en cualquier parte de Nicaragua y fuera de Nicaragua. Y cuando nos presentamos nos damos cuenta que la gente nos tiene cariño. “¡Adiós, Lupita, Lupita!” Y Aniceto: “¡Adiós, vulgarazo!

Otto de la Rocha disfrazado de su personaje favorito, Aniceto Prieto, en medio de un espectáculo. LA PRENSA / Óscar Navarrete.
Otto de la Rocha disfrazado de su personaje favorito, Aniceto Prieto, en medio de un espectáculo. LA PRENSA / Óscar Navarrete.

Plano personal

Otto Benjamín de la Rocha López nació el 23 de agosto de 1933 en Jinotega, al norte de Nicaragua.
Recuerda su infancia como muy pobre, pero muy feliz.
Vino a Managua de Jinotega a los 13 años y a los 17 se casó “por civil, por la Iglesia y por caballo”, bromea. “Estaba muy joven y me sentía solo. Ahí nomasito vinieron seis hijos, como marimba”.
Tiene 10 hijos y “como 28 nietos”. Su primera esposa falleció, se divorció de su segunda y ahora está casado con Georgina Valdivia, con quien ha trabajado por 35 años.
Padece cáncer de próstata y recibe tratamiento. Cuando se le descubrió, cuenta, “el compañero Daniel (Ortega) y la compañera Rosario (Murillo) me mandaron a Cuba. Allá no me operaron. Me hicieron radiaciones. 43 radiaciones. Estoy mantenido por pastillas ahora, para mantener en cero el cáncer”. Cada mes o cada dos meses se hace cinco exámenes de salud. “Ahí el Señor me va a jalar del pelo el día que quiera”, dice, y asegura que el cáncer no lo aflige.
Considera que el gobierno de Daniel Ortega “se preocupa por los pobres y los trabajadores”, y dice que no solo hay que ver el punto negro en la hoja blanca. “Todos los políticos tienen errores, pero hay que ver las cosas buenas también”.
“Yo no soy político”, afirma. “Yo soy payaso. No me gusta la política”.
Como músico es conocido por ser el creador de la canción Managua linda Managua.


Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. jjmayorga
    Hace 6 años

    Veo aquí a gente que anda con la sotana y el birrete queriendo parecer educados y santurrones,Don otto siempre aconseja a los jóvenes antes de y después de cada cuento en lencho catarran,luego entra en su personaje,igual pasa en los otros programas denuncia o anuncia con humor simplemente,lo de las palabrotas no se defiende pero el trasfondo es otro

  2. Ralph Smith
    Hace 6 años

    “El aprendizaje, con perdón tuyo y del otro joven (el fotoperiodista), era mucho mejor que ahora.” Por supuesto. Un bachiller (High School graduate) de la época del Somocismo era el equivalente a un bachelor degree de los Estados Unidos. Bachelor degree en los Estados Unidos es 4 años de estudios universitarios. Es decir una licenciatura.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí