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Prevengamos quemaduras, las cicatrices son de por vida

El hogar es el lugar en el que se producen quemaduras con mayor frecuencia y por su gravedad y trascendencia requieren medidas especiales de prevención

Un promedio de ochocientos niños son ingresados a la Unidad de Quemados de APROQUEN anualmente, el 75 por ciento de ellos son menores de 5 años, y el 62 por ciento de los casos que se atienden su agente causal son los líquidos calientes: sopa, café, agua hirviendo (el agua quema como el fuego), aceite caliente, entre otras. Las quemaduras entre los más pequeños de la casa ocurren por descuido.

”La cocina no posee ninguna barrera para evitar que un niño se queme, se deja solos a los pequeños sin supervisión o al cuidado de otros menores, los niños jalan los sartenes que contienen líquidos hirviendo provocando así las tragedias. Además, las personas acostumbran a encender fogones en el suelo y esto tampoco debe hacerse, ya que es un peligro latente, el niño es curioso, anda corriendo, tropieza y cae en la olla”, explica el doctor Mario Pérez, cirujano plástico reconstructivo y director médico de APROQUEN.

Según el especialista, el tema de las quemaduras es muy complejo de explicar porque sus orígenes radican en factores económicos, culturales y sociales. “El factor denominador en esta problemática de las quemaduras es la pobreza, ya que el principal porcentaje de estas víctimas son personas de escasos recursos que no tienen las condiciones básicas, viven en hacinamientos, un pequeño cuarto es para todo, donde se realizan todas la actividades domésticas, carecen de agua potable y energía eléctrica, por lo que utilizan candelas o candiles para alumbrarse”, señala Pérez.

El Estudio de Carga Global de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refleja que cada cinco segundos alguien sufre quemaduras, casi 11 millones de personas al año, y el 95 por ciento de ellas viven en países en vía de desarrollo.

Mucho cuidado en esta época

En esta época que se avecinan las fiestas navideñas y de fin de año, la compra y uso de pólvora se vuelve una moda y aumenta el riesgo de que los pequeños se quemen. A pesar de que en Nicaragua existe una Ley que regula la fabricación, tenencia y portación de fuego, municiones, pólvora, propulsores, explosivos, perdigones y sus accesorios explosivos esta no se cumple.
“Es necesario comprender que no existe pólvora segura, la única forma de evitar quemaduras por pólvora es no permitiendo su uso a menores; los adultos somos los encargados de evitar y velar que los niños no la manipulen”, agrega.

Recomendaciones

No obstante, las quemaduras son prevenibles, por eso recomendamos no almacenar pólvora o material explosivo en la casa, principalmente si está habitada, tampoco transportarla al mismo tiempo que a las personas. “No es fácil, pero se trata de inculcar hábitos, para fortalecer las conductas y desarrollar nuevas medidas que eviten el daño. Mediante la educación se puede capacitar a los adultos para que ellos transmitan y aprendan a cuidar a sus hijos del riesgo de una quemadura”, sostiene el director.

Para evitar estas tragedias es prioridad supervisar a los niños. Es necesario que cuando los padres o tutores circulen dentro de la casa con líquidos calientes se fijen en todas las direcciones, porque muchas veces los niños pueden estar al lado.

Asimismo, es importante mantener los mangos de los sartenes hacia dentro de la cocina, pues es frecuente que la niña o el niño lo jale y todo el contenido les caiga sobre sus cuerpos.
Si se cocina en el piso, es deber tener medios de protección, como barandas.

También es oportuno que los padres o tutores viertan la basura en bolsas plásticas o bien al quemarla deben cerciorarse de apagar las cenizas con bastante agua, para evitar quemaduras por fuego directo.

Es necesario colocar en lugares seguros y fuera del alcance de los niños los materiales que produzcan calor, como plancha de ropa o de pelo, para que luego no haya complicaciones que dejan secuelas durante toda la vida.

“La supervisión es lo más esencial para evitar que los niños se quemen, si se deja al cuidado de los abuelitos, tomar las medidas de seguridad pertinentes”, finaliza el doctor Pérez, director médico de APROQUEN.

El proceso de recuperación de un sobreviviente de quemaduras puede tardar años en dependencia de la superficie corporal quemada, ya que es una piel que pierde elasticidad y necesita ser sometida a múltiples cirugías y procesos de rehabilitación física y funcional.

¿Dónde acudir?

APROQUEN cuenta con su propia Unidad de Quemados con estándares de calidad mundial a través de una atención médica integral, especializada y completamente gratuita, donde se brindan todos los servicios en el mismo lugar.

La Unidad de Quemados de APROQUEN se ubica contiguo al Hospital Vivian Pellas, atendiendo las 24 horas y los 365 días del año.

Es hoy una de las pocas en el mundo por su modelo de atención integral y gratuita.
Cuenta con un equipo multidisciplinario dedicado a la atención y manejo de niños víctimas de las quemaduras.

En tan solo novecientos metros cuadrados concentra: consulta externa, hospitalización, atención de emergencia, sala de cirugía y recuperación, cuidados intensivos especialmente para quemados, atención sicológica, clínica de nutrición, pediatría, cirugía plástica y reconstructiva, anestesiología, atención integral para labio y paladar hendido, terapia de lenguaje y una casa albergue para pacientes y familiares de lugares lejanos.

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