El jefe del Sexto Comando Militar Regional del Ejército de Nicaragua, coronel Marvin Paniagua, confirmó la muerte de seis personas entre ellos su cabecilla Rafael Dávila Pérez alias «El Colocho», en la comunidad de San Pablo 22, microrregión IV del municipio de la Cruz del Río Grande, al que califican de integrar una banda «delincuencial», de quienes no pudo describir las denuncias recibidas «por cuestiones de seguridad», pero aceptó que llevaban nueve días de darles seguimiento.
Según fuentes extraoficiales, las tropas del Ejército esperaron a que el grupo de «El Colocho» dejara el lugar donde se habían divertido, para luego emboscarlos.
Paniagua informó que el grupo de «El Colocho» que desarticularon, se dedicaba presuntamente al cultivo y tráfico de marihuana, a quienes aseguró le ocuparon 20 libras de marihuana, cuando se dio lo que fuentes extraoficiales califican de emboscada.
En septiembre pasado tropas del Ejército ya habían intercambiado disparos con ese grupo y la gente del sector afirmó que fue una emboscada, contrario a lo que dijo en ese momento la versión oficial.
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Además al grupo el Ejército le atribuye robos, asesinatos, extorsiones y hasta violaciones de mujeres campesinas, pero cuando LA PRENSA solicitó a Paniagua mencionara alguna de esas denuncias, no pudo precisar un solo caso.
Cuatro fusiles AK recuperados, dos escopetas calibres 12 y municiones fue lo que el Ejército le recuperó a los fallecidos. Hasta ahora el resto de abatidos no ha sido identificado, pues dijo que la Policía Nacional está en el lugar de los hechos para realizar este trabajo.
«Esos eran todos, no hay gente que haya sobrevivido» aseguró Paniagua, poco minutos después de ofrecer una conferencia de prensa en Mulukukú.
Ejército de Nicaragua insiste en que eran elementos delincuenciales
Descartan ustedes la posibilidad de que sea grupos armados con fines políticos, fue la consulta realizada a Paniagua, pero la respuesta del jefe militar fue: «Estos elementos delincuenciales su modo de operar es ese, la marihuana, la comercialización y cultivo de marihuana, más los robos, extorsiones y violaciones».
«En esas comunidades el estado de opinión es bueno. Todos los productores de esa zona están contentos porque ya ellos dicen que van a descansar que no les estén violando a sus mujeres, que no les estén pidiendo más dinero. Entonces hay un estado de opinión muy favorable sobre esos resultados», afirmó el jefe del Sexto Comando Militar.
Al insistirle sobre casos concretos documentados de hechos de extorsión y violaciones denunciados la respuesta de Paniagua fue «nosotros tenemos varios casos, varias denuncias que por cuestiones de seguridad no podemos dar nombre, pero hay denuncias, tanto en la Policía como en el Ejército, de los robos y de las violaciones que estos hacían».
Las comunidades que según Paniagua estaban afectadas por el supuesto quehacer delictivo del grupo desarticulado están: El Gamalote, San Pablo 22 y Vetanic, a quienes aceptó estaba dando se seguimiento desde el 3 de noviembre y que concluyó a eso de las 5:40 a.m., del domingo 12 de noviembre cuando según dijo el funcionario militar, una patrulla sostuvo intercambio de disparos contra esos «elementos delincuenciales».