Un comparativo realizado por la organización Católicas por el Derecho a Decidir sobre la violencia de género extrema contra mujeres determinó que en los primeros diez meses del año, van tres mujeres asesinadas más en relación al mismo período de 2016.
Uno de esos casos considerado como femicidio y otros dos como asesinato, según el recuento que hacen desde el Observatorio de esa organización. De esta manera octubre concluyó con la ocurrencia de 43 femicidios y cinco asesinatos.
Magaly Quintana, activista de derechos humanos, señaló que una de las características principales es que la mayoría de las mujeres víctimas son jóvenes, lo que demuestra que el ciclo de la violencia se está acelerando.
El recuento que hace el Observatorio indica que 30 de las 48 mujeres muertas por mano criminal en lo que va del año, estaban en un rango de edad entre 13 a 34 años.
Y para segarles la vida los asesinos emplearon la saña, hasta decapitar, estrangular y golpear a sus víctimas sino que en seis de los casos también las violaron.
En su análisis Católicas destaca que un poco más de la mitad de los crímenes fueron cometidos por las parejas y exparejas de las víctimas quienes siguieron utilizando armas blancas y armas de fuego.
Quintana manifestó, que los resultados del monitoreo deberían preocupar a las autoridades quienes a pesar que han anunciado el desarrollo de una campaña educativa en contra de la violencia hacia la mujer, hasta ahora no adopta ninguna disposición al respecto.
«¿Dónde están esas campañas educativas?», preguntó Quintana, quien responsabilizó al Estado de Nicaragua por la muerte de las 48 mujeres ocurridas en lo que va del año en Nicaragua.
En su informe la organización defensora de mujeres analiza tres casos en los que todavía las autoridades no concluyen sus investigaciones pese al tiempo transcurrido en dos de los mismos y un tercero, el más reciente ocurrido el 22 de octubre en Costa del Sol, Casares, donde el cuero de Ana Carolina Granera, fue encontrado con huellas de golpes en el rostro, espalda y cuello.
Inicialmente un forense había determinado que Granera había muerto ahogada, pero por insistencia de su familia para que revisaran bien el cuerpo el Instituto de Medicina Legal (IML) determinó que fue estrangulada, expuso Quintana, quien dijo que las autoridades deben esclarecer el crimen y determinar quien le quitó la vida a la joven para evitar que el caso quede en la impunidad.
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