Mientras el sector lácteo espera con ansias la reapertura del mercado hondureño, el cárnico ya da por perdida esa batalla. Desde hace ocho años el ingreso de carne bovina nicaragüense a Honduras está bloqueado y a la falta de respuesta de las autoridades de aquel país se juntó la falta de acciones contundentes por parte de las locales. El sector cárnico no descarta que la apuesta de Honduras sea que al igual que ellos con el tiempo, el sector lácteo desista de vender en ese mercado.
“Nos hemos cansado porque también hemos gastado mucho dinero, porque cuando vienen los inspectores, que son tres o cuatro, hay que pagarles los gastos y al final ya vimos que lo único que hacen es darle largas al asunto para mantener bloqueadas las exportaciones de carne nicaragüense a ese país”, dice el director ejecutivo de Canicarne, Onel Pérez.
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Ante esta situación, según Pérez, lo más práctico ha sido enfocarse en la búsqueda y apertura de otros mercados y en mandar más producto a mercados donde ya se vendía.
“Pero eso nos perjudica, porque aquellos mercados en los que ya estamos vendiendo muchas veces los saturamos y eso influye en que los precios se bajen”, dice Pérez.
Aguerri dice que tema se mantiene en agenda
Por su parte el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, asegura que el tema de la carne no está cerrado y que junto con el de la leche se mantienen en la agenda. Ambos, según Aguerri, están en manos del Consejo de Ministros para la Integración Económica (Comieco) y del Comité Consultivo de la Integración Económica (CCIE) que él preside.
Pero, por ser este un año electoral en Honduras Aguerri asegura que los problemas comerciales no son prioridad, por tanto hay que esperar hasta 2018 por una solución.
Y así como ahora el sector lácteo insiste ante el Gobierno para que active el mecanismo de solución de controversias que establece el Sistema de Integración Económica Centroamericana (Sieca), en su momento el sector cárnico también lo pidió, pero nunca obtuvo respuesta.
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“En su momento, a través de Canicarne (Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina), los mataderos le reclamaron tanto al Magfor (Ministerio Agropecuario y Forestal) como al Mific (Ministerio de Fomento, Industria y Comercio) para que se pidieran explicaciones a Honduras, pero con miras a que se activara el mecanismo de solución de controversias. Porque generalmente cuando uno llama a consultas la gente se asusta y agiliza los trámites. Pero con Honduras no funcionó. Dos veces se ha llamado a consulta y ellos prometen dar respuesta, pero no lo hacen”, explica Pérez.
La excusa también fue el requisito sanitario
En 2009 Honduras comenzó a restringir los permisos de importación de carne y luego aprovechó el vencimiento de las certificaciones de exportación de los mataderos para no volver a renovarlos. Tanto en ese caso, como ahora con las procesadoras lácteas, la excusa es el cumplimiento de requisitos sanitarios.
“Venían a hacer las inspecciones respectivas, pero no mandaban las inconformidades, luego cuando se pedían estos reportes finalmente los mandaban, pero después decían que ya había pasado mucho tiempo y que tenían que realizarse nuevamente las inspecciones. En varias ocasiones el proceso se repitió, pero nunca hubo respuesta”, señala Pérez.
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Sin embargo, según Pérez “son medidas proteccionistas para proteger a su industria. Es igual que con la leche: ellos no permiten su entrada para que no compita con la leche de ellos, igual pasa con la carne. No quieren que nuestra carne compita con la de ellos, pero sí llevan ganado en pie desde aquí para abastecer sus mataderos, eso es proteccionismo, porque si existieran problemas sanitarios, el ganado tampoco lo deberían aceptar”.
Presidente de cosep insiste en que no es bueno aplicar reciprocidad
Aguerri asegura que aplicar mecanismos de reciprocidad expondría a Nicaragua a una demanda ante la Organización Internacional del Comercio (OMC), ya que antes de tomar esa decisión tienen que agotarse todos los mecanismos de solución que el país tiene derecho a utilizar; no obstante, este problema lleva ocho años y antes de hallarle solución, los productores de carne se dieron por vencidos y abandonaron el tema.
Apuesta hondureña
El director ejecutivo de Canicarne, Onel Pérez, no descarta que la meta de Honduras sea que con el tiempo el sector lácteo también se dé por vencido y abandone la disputa. Por tanto considera que ante la falta de respuesta debería aplicarse la reciprocidad, aunque sea con productos distintos, porque Nicaragua no le compra carne a Honduras. Pero, según Pérez, hay que tener en cuenta que la relación del intercambio comercial de ambos países es de cuatro a uno a favor de Honduras.
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“Se tendría que analizar bien qué productos no perjudicarían al importador nicaragüense que compra en Honduras, no se puede aplicar con materias primas que afecten a las empresas locales y también hay que evitar que se desate una verdadera guerra comercial que termine afectando más, pero se pueden buscar productos que se pueden comprar en otros países cercanos para aplicarles la reciprocidad”, aconseja Pérez.
Últimas ventas
- 1,970 toneladas de carne bovina y sus derivados se enviaron a Honduras en 2006, el país obtuvo por ellas 6.86 millones de dólares, según las estadísticas del Centro de Trámites de las exportaciones (Cetrex).
- 2,812 toneladas de carne y derivados se exportaron en 2007 y se obtuvieron 9.84 millones de dólares.
- 2,596 toneladas de carne colocó el sector cárnico en Honduras en 2008 por un monto de 9.38 millones de dólares, según el Cetrex.
- 2,183 toneladas de carne se colocaron en Honduras en 2009 por un monto de 7.92 millones de dólares. Este fue el último envío previo a la cancelación de las certificaciones de exportación a los mataderos por parte de las autoridades hondureñas.