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Carne

LA PRENSA/ARCHIVO

Nicaragua busca nueva ruta para enviar carne a la UE

Para agilizar proceso de ingreso a la Unión Europea y otros países asiáticos el sector cárnico desarrollará el sistema Segregado de Fincas

Mientras algunos países, como Uruguay, han optado por aprobar leyes para garantizar la trazabilidad de su hato, la falta de cumplimiento de este requisito sigue siendo uno de los principales obstáculos para que la carne nicaragüense ingrese a la Unión Europea (UE) y otros mercados. En otro intento por acelerar el ingreso a esas plazas, la industria cárnica, en alianza con el sector ganadero, ha tomado un atajo para apurar este proceso.

“Algunos países como Uruguay, que es líder en trazabilidad en la región, han aprobado leyes, pero independientemente del instrumento jurídico que se utilice, todo depende de la voluntad. En Nicaragua tenemos una norma técnica que tenemos que impulsar y cumplir… Pero la manera más expedita de ponerla en práctica y utilizar la trazabilidad es a través del Sistema Segregado de Producción Bovina o SSPB”, explica Onel Pérez, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (Canicarne).

No obstante, Pérez aclara que el SSPB será voluntario, aunque los productores que ingresen a él deberán cumplir los compromisos establecidos.

Más allá de la trazabilidad

Partiendo de que cada día las exigencias de los consumidores con alto valor adquisitivo son mayores, el SSPB se adelanta a algunos requisitos que actualmente exigen los mercados. Va más allá del sistema de registro para la trazabilidad y de las condiciones sanitarias y de inocuidad de las plantas procesadoras.

Este sistema incluye también las condiciones de las fincas. Ahí se establecerán planes sanitarios para el manejo del ganado. Estos deben cumplir lo establecido en la Ley de sanidad animal de Nicaragua y garantizar que se mantenga el estatus de estar libres de brucelosis y tuberculosis.

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También deben desarrollarse protocolos que garanticen el bienestar animal, es decir que las reses tengan las condiciones mínimas necesarias para producir, por ejemplo, acceso al agua, comida, lugares de sombra y buen trato, detalla Ronald Blandón, gerente general de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan).

Además, las fincas deberán etiquetar los suplementos alimenticios, medicinas, hormonas y otros productos que le den a los animales y abstenerse de usar sustancias que dejen residuos y prohibidas.

Finalmente, el registro en el sistema de trazabilidad será visual, a través de la chapa, pero también electrónico, para generar más confianza en los datos. Dicha información se recogerá bajo un apartado especial de finca segregada, en el software que utiliza el sistema nacional de trazabilidad que lleva el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA).

Cuatro años de apoyo

“Durante cuatro años el proyecto de SSPB acompañará a los productores para que logren establecer todos estos parámetros verificables que van a exigir los mercados. Los mataderos también tendrán que entrar a este sistema segregado y se espera que de las ochocientas fincas que entren al programa que inicia en los próximos días, al final de los cuatro años al menos trescientas obtengan la certificación de finca segregada”, manifiesta Blandón.

Teniendo en cuenta la cantidad de fincas que entrarán al sistema y los volúmenes de ganado que saldrán de ellas, difícilmente antes de cuatro años la carne nicaragüense podrá ingresar a mercados de la UE y algunos asiáticos.

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“La meta es que al final del proyecto tengamos identificada una estrategia de mercadotecnia con una marca país para la carne producida en fincas segregadas, que sería carne natural producida a pasto. Será como una etiqueta que se le agregará al empaque de la carne producida en estas fincas”, explica Blandón.

El proyecto invertirá 1.6 millones de dólares aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Canicarne y Conagan. Inicia en los próximos días con la capacitación de los técnicos y la selección de las fincas de pequeños y medianos productores de municipios de Matagalpa, Boaco y la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).

Venta solo a segregados

Para garantizar el éxito del programa, desde su inicio los terneros que nazcan en las fincas segregadas solo podrán venderse a desarrolladores y mataderos que estén dentro del programa de segregación.

Paralelamente el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) continuará impulsando el programa nacional de trazabilidad. “Actualmente están trabajando en el registro de las unidades productivas, o sea en las fincas, y están trabajando también en la identificación animal”, dice Pérez, quien admite que aunque cerca de la mitad del hato del país ya está trazado, el avance, comparado con el de otros países como Uruguay ha sido lento.

“El problema es que nosotros tenemos que cumplir a cabalidad lo que dice la norma técnica y esta dice que los animales a trazar son los nacimientos… entonces lo que pasa es que esta es una tarea gigantesca, porque nacen un millón de terneros al año”, dijo Pérez.

Según el IPSA, al cierre del año pasado se habían incluido al programa de trazabilidad 2.41 millones de reses, de los 4.13 millones que incluye el Cuarto Censo Nacional Agropecuario (Cenagro, 2011). También 75,430 fincas ganaderas de las 136,687 registradas en el censo. El programa nacional de trazabilidad inició oficialmente en 2011, pero desde 2006 se comenzaron a desarrollar pilotajes.

Brahman Cuidados, hato, ganadería, Nicaragua, ganado

Marco legal es necesario

Omar Bellenda, director de Buenas Prácticas Ganaderas de Uruguay, relata que en su país en 2006 se aprobó una Ley que obliga a trazar a todos los terneros que nacían y para 2011 el total del hato, de 12 millones de reses, estaba registrado con arete visual y electrónico.

Y aunque en su país la aprobación de la Ley fue fundamental para concretar el registro, considera que no es fácil copiar ese modelo. El funcionario dice que cada país debe adaptar el modelo y aprobar un marco legal sencillo, sin muchos bloqueos para ir acomodándola a los obstáculos que surjan, para evitar los errores que cometió Uruguay en su proceso.

“La ventaja comparativa que tiene Uruguay es que tiene un sistema de control de movimiento desde hace muchísimos años… La Unión Europea nos compra alrededor del 15 o 20 por ciento del total del volumen que exportamos, pero además ellos pagan casi el doble que el resto de los mercados, entonces el dinero que generan estas ventas representa como el 30 por ciento del total”, detalló Bellenda durante su visita al país en el marco del VIII Congreso Nacional Ganadero, organizado por Conagan a finales de julio.

Y añade que la trazabilidad o control individual es muy importante porque permite hacer una cantidad importante de controles a lo largo de la cadena y esto lo hacen muchísimos mercados y facilita todos los temas, más que nada de inocuidad ligados a determinados mercados, por tanto es importante lograrlo y que Nicaragua siga trabajando en ello.

Campeones

También la calidad

Omar Bellenda, director de Buenas Prácticas Ganaderas de Uruguay, aconseja que paralelamente a los esfuerzos que se realicen para cumplir los requisitos de trazabilidad que establecen los mercados, los ganaderos de Nicaragua deben trabajar en garantizar la calidad de la carne que piden los compradores.

“Eso se logra verificando las características necesarias para lograr animales de calidad, ya sea por la genética o tipo de animal que requiere el mercado. Porque hay que pensar cuál es el tipo de carne que quiere el consumidor final en su plato y cuál es el que mejor paga. De ahí nos venimos hacia atrás para lograr el biotipo y todas las características que se requieren en el ganado para garantizar la calidad de la carne”, explica Bellenda.

Nueva prórroga

Con la entrada en vigencia —el 1 de agosto del 2013— del pilar comercial del Acuerdo de Asociación (AdA) firmado entre Centroamérica y la Unión Europea (UE) se abrieron muchas expectativas para la carne. En ese momento las autoridades agropecuarias aseguraron que en tres años el Programa Nacional de Trazabilidad avanzaría lo suficiente para garantizar el ingreso de la carne nicaragüense a ese mercado. Sin embargo, eso aún no se ha logrado. Por el contrario, ahora el sector privado considera que será a través del Sistema Segregado de Producción Bovina (SSPB) que entrarán a ese mercado y no será antes de cuatro años.

Economía Canicarne Carne Unión Europea archivo

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