En la actualidad, más del 70 por ciento de las exportaciones nicaragüenses provienen básicamente de productos primarios. En la lista de las veinte principales mercancías enviadas al mercado externo predominan café oro, carne bovina, azúcar de caña, oro en bruto, maní y tabaco en rama, entre otros.
Pero para alcanzar un nivel de crecimiento económico, superior al actual que permita reducir las brechas existentes, Nicaragua necesita desarrollar una estrategia capaz de transformar su matriz productiva y exportadora y eso lo logrará dando valor agregado o cierto grado de complejidad a lo que produce.
Para incrementar el valor agregado de los bienes y servicios producidos, es necesario fijar la atención en tres elementos claves: diversificación, complejidad y productividad, coinciden los especialistas.
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“Lo que queremos es ver si vamos cambiando eso y que realmente en veinte años al menos el 50 por ciento de nuestras exportaciones sea de productos con valor agregado. Nos estamos planteando, con esta transformación exportadora que estamos proponiendo, llevar la tasa de crecimiento, en los próximos cinco a diez años, a 7 por ciento de forma sostenida”, sostiene Mario Arana, gerente general de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).
Identifican productos
Como parte de la búsqueda de esa estrategia que permita impulsar la transformación productiva con un enfoque sostenible, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), realizó una investigación para identificar productos que puedan producirse en el país y que a la vez permitan incrementar las relaciones económicas con otros sectores y mercados.
“No vamos a salir con productos de altísima sofisticación como aeroplanos, si ni siquiera hacemos nada parecido. Si saldría un listado de productos que son factibles, muchos de la agroindustria estamos empezando a imaginarnos (…) que tengan mayor complejidad, no movernos hacia más materia prima, sino hacia productos más terminados”, dice Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de Funides.
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Y añadió que la investigación se centra en el análisis de una base de datos de “miles de productos”, que se filtrarán de acuerdo con los criterios mencionados, para determinar qué productos podrían mejorar su capacidad exportadora.
“Puede ser la combinación de cosas que ya estamos haciendo, estamos exportando cacao, estamos exportando azúcar, pero no estamos exportando cocoa azucarada, con este ejemplo simple resaltamos hacia dónde queremos movernos”, detalla Chamorro.
Ponen énfasis en los que todavía no se exportan
Rodrigo Urcuyo, economista de Funides que participa en la investigación, señala que están poniendo mayor énfasis en productos que todavía no están incluidos en la cesta exportadora del país.
“Vamos a sopesar, vamos a evaluar todos los productos que Nicaragua no exporta con ventaja comparativa, la base de datos podrá ser de unos mil doscientos productos, y Nicaragua exporta lo máximo unos cien productos.
Entonces las oportunidades dentro de la base de datos que tenemos, por lo menos, deben andar unos mil cien productos”, detalla Urcuyo.
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Según Arana, en este proceso ya se han identificado productos que están contribuyendo a establecer las bases para transformar la estructura productiva de Nicaragua. Entre ellos, palma africana, cacao y café robusta, que tienen potencial para dar un salto significativo en los próximos años.
Los resultados de la investigación que realiza Funides se presentarán durante el VI Congreso Internacional Transformación Productiva: oportunidades de futuro, que se desarrollará en el marco de la feria ExpoApen 2017, que realizará el 1 y 2 de septiembre.
Diseñar estrategia
APEN confía en que con estos resultados y el acompañamiento del Incae Business School se podrá diseñar una ruta hacia la transformación de la matriz productiva y la cesta exportadora de Nicaragua.
Mientras esa ruta se define se continúan desarrollando esfuerzos para abrir nuevos mercados y posicionar estos productos en ellos. En el caso del cacao los esfuerzos apuntan a desarrollar una marca que también será presentada en el congreso. Además, ya se autorizó la siembra del café variedad robusta y la experiencia que se está registrando con la producción de palma africana es alentadora.
“Diría que estamos ante esa constelación de fenómenos, y que realmente nos muestran una panorámica de un sector exportador más heterogéneo (…). Desde APEN estamos tratando de identificar la cadena relevante de los productos importantes, o de los productos que estamos viendo con alto potencial transformador”, puntualiza el gerente general de APEN.
Importante avance
Aunque Nicaragua sigue siendo una economía altamente concentrada en la producción de productos primarios, en los últimos años se observan cambios en las exportaciones, especialmente a partir del régimen de zona franca.
En el 2016 las exportaciones de zona franca sumaron 2,613 millones de dólares, monto que representa 4.8 por ciento más con respecto a 2015, cuando estos envíos alcanzaron 2,494 millones de dólares según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN).
A nivel de los sectores que operan bajo este régimen, textiles, arneses y tabaco son los que más contribuyen al aumento total de las exportaciones, señalan los informes del BCN.
Educación de la mano
Los especialistas consideran que incrementar la lista de los productos que integran la cesta exportadora de Nicaragua también depende en gran medida del factor educación, un desafío que aún está pendiente en el país. “Por un lado, hemos venido abriendo nuevos mercados, por el otro lado, hemos trabajado en la diversificación de los productos que nuestra capacidad y nuestra mano de obra nos permite, pero hacia el futuro es un tema de educación técnica”, asegura José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).