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bosques en Nicaragua, deforestación, medioambiente

En zonas como el cerro Saslaya, en Bosawas, hay establecidas actividades agropecuarias. En la imagen, una finca en las laderas del cerro El Toro, cercano al Saslaya. LA PRENSA/FUNDENIC SOS

Deforestación es el principal problema ambiental en Nicaragua

Nicaragua ha reconocido que su principal problema es la deforestación y degradación de los recursos forestales, y se requiere de un plan de manejo del sector para salvar los bosques del país.

El principal problema ambiental de Nicaragua es la deforestación y la degradación de los recursos forestales, así fue reconocido en la Segunda Comunicación Nacional Ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (2008), y mientras no se promueva una verdadera reforma institucional que elimine los permisos para cortar los bosques, el problema continuará expresó Rosario Saenz, directora ejecutiva de Fundenic SOS.

El problema central, según la Segunda Comunicación, “se resume en la pérdida de bosque y degradación acelerada de los ecosistemas forestales que tiene como consecuencia la pérdida de biodiversidad y el cambio de uso de suelo con todas sus consecuencias de deterioro ambiental”.

El avance de la frontera agrícola oscila entre los 70 mil y las 100 mil hectáreas por año según el documento. Mientras tanto, en un informe elaborado por el Centro Humboldt y otras organizaciones ambientalistas con base a un monitoreo en seis departamentos del país, las áreas agrícolas ganaron 21, 721. 2 hectáreas, mismas que representan una pérdida para la mayoría del territorio, que es más de vocación forestal.

Otra de las críticas que hacen los ambientalistas es el modelo productivo extractivista que afecta al bosque. Por ejemplo, en las áreas de pastizales se ganaron 80,537.25 hectáreas.

No importa de quién dependa el Inafor 

Para Haydee Castillo, presidenta del Instituto de Liderazgo de las Segovias (ILLS)- acerca de la segunda reforma a la Ley de Conservación, Fomento y Desarrollo del sector forestal, Ley 462, que busca que el Instituto Nacional Forestal-Inafor- regrese a la presidencia- expresó que se tiene una preocupación por la centralización del poder y la toma de decisiones que va en detrimento de la autonomía municipal.

Por su parte, Saenz, considera que el hecho que el Inafor “pase de un lugar a otro no significa ningún cambio en el recurso forestal en si mismo”, mientras tanto, Castillo considera que “no hay una visión estratégica por parte de los poderes del Estado sobre la importancia que tiene el recurso bosque, que va vinculado al agua, a los medios de vida…”, dijo.

Saenz enfatiza en que Nicaragua no es posible un manejo sostenible del recurso bosque, ya que “no hay manera de asegurar que los madereros van a hacer un manejo sostenible, y la única garantía que tenemos es que cada maderero hago uso de sus recursos forestales en las medida que los plantó”.

También agrega que en el país no existe conciencia por parte de los madereros de hacer un uso sostenible del bosque ni tampoco “existe una autoridad institucional suficientemente capaz y consciente para hacer cumplir con la leyes”. Sin embargo, Castillo, y Victor Campos, director del Centro Humboldt, coinciden en que todavía se pueden salvar los bosques de Nicaragua.

Campos explicó que es posible, pero requiere de una decisión de más alto nivel y del desarrollo de un plan nacional de manejo sostenible de los bosques; que debería de incluir una reconversión productiva de la industria maderera y designar las competencias a cada una de las instituciones involucradas, explicó.

Nacionales bosque Forestal Inafor Nicaragua archivo

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