Benito Filemón Gutiérrez, de 47 años, capturado por la Policía departamental de Jinotega por haber matado a su expareja, dijo que cometió el crimen por “celos”, argumentando que la mujer tenía otra pareja aun antes de haberse separado.
La audiencia inicial del caso será este martes a las 10:00 a.m., en el Complejo Judicial Benjamín Zeledón de Jinotega.
El detenido dijo estar arrepentido de haber dejado sin madre a sus cinco hijos.
El crimen ocurrió este domingo 19 de marzo, en la comunidad indígena de La Joya, a 15 kilómetros del municipio de Jinotega.
Aunque el hombre había logrado escapar, momentos después fue detenido por la Policía.
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Gutiérrez comentó que había ingerido licor y llegó a la casa de Ángela Herrera, de 45 años, con quien había vivido casi 24 años, a pedirle comida y que ella se la negó porque iba a salir.
Inició discusión y le lanzó varios machetazos
Iniciaron la discusión que terminó cuando le lanzó varios machetazos al cuello y brazo, casi decapitándola mientras ella se encontraba sentada. El hecho lo presenciaron dos de sus hijos.
“Fíjese que cinchoneé a la mujer, yo me había echado unos tragos en la mañana y como teníamos problemas porque ella andaba con otro, entonces es seguro que yo le reclamé y me trajeron para acá”, dijo Benito
Gutiérrez, quien se encuentra detenido en la Policía departamental de Jinotega.

No niega que cometió el crimen, sin embargo no se explica cómo llegó a tal punto de agredir a su expareja, pues dice que los recuerdos de la discusión se le hacen vagos debido al licor. Él es agricultor, y con Herrera tuvo cinco hijos, dos de ellos menores de edad que presenciaron la muerte de su madre.
“Seguíamos juntos, ya no vivíamos maritalmente porque ella tenía otro supuestamente, ella me vivía corriendo de la casa, por eso se vinieron estos problemas, mejor me hubiera dejado con ella y estaría ahorita con mis chigüines en la casa, le pedí comida, no me quiso dar y ahí fue cuando no me aguanté la cólera”, dijo Gutiérrez.
El detenido explicó que él ya sabía de la relación extramarital que su expareja tenía, sin embargo hasta que una de sus hijas le dijo a Herrera que admitiera esa relación esta lo hizo, iniciando ahí una serie de peleas, pues asegura que ella lo corría a cada rato de su casa y que dejaba a sus hijos solos para salir, por lo que él seguía llegando para cuidarlos.
Hija le reclamó a su padre
El hecho fue denunciado a las autoridades por Juana del Rosario Herrera Altamirano, de 22 años, hija de la víctima y del detenido.
La muchacha dijo que la última vez que vio a su mamá fue después de la misa de las 12:30 del mediodía, pues ella se quedó en la iglesia hasta que le avisaron que la había asesinado Gutiérrez.
Juana antes de llegar a la casa donde había ocurrido el crimen, se encontró con su padre y entre gritos le reclamó por qué la había matado.
Ahora, mientras espera el proceso por el cargo de femicidio, expresó su preocupación por sus hijos y espera que su familia se haga cargo de ellos.
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