Debido a la ausencia de cortadores y las incesantes lluvias, fuertes vientos y bajas temperaturas que se han registrado en la última semana, la recolección de la cosecha de café del ciclo 2016-2017 registra afectaciones que podrían impedir que se alcance la meta de superar o al menos igualar los 2.49 millones de quintales de café que se exportaron en la cosecha anterior.
Y aunque aún no hay cifras concretas del porcentaje de la cosecha que se ha caído, en la zona de Jinotega se calcula en un diez por ciento de la proyección de producción, estimada en hasta un millón de quintales.
“Matagalpa, Jinotega y Las Segovias están compitiendo por la mano de obra. Por las fiestas navideñas la mayoría de productores le pagó a los empleados desde el viernes 23 y los cortadores se integraron hasta el martes 27 y se nos viene otro fin de semana igual, son seis días perdidos en los que se cae mucho café, por eso muchos productores han ofrecido pagar hasta el doble, es decir sesenta córdobas por cada lata de café cortado”, dice la presidenta de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua (ANCN), Aura Lila Sevilla Kuan.
La escasez de cortadores es atribuida a la migración de esta mano de obra a otras actividades como el corte de café robusta, naranjas, caña y a otras tareas donde se perciben mejores salarios, como la construcción.
“El café se está cayendo y hay varios factores que están incidiendo, pero la falta de mano de obra ha sido fundamental y a eso se ha sumado la lluvia, los vientos y las bajas temperaturas. Para los cortadores que vienen de otras zonas está haciendo mucho frío y otros han preferido ir a la zona de Nueva Guinea a cortar café robusta”, dice Eduardo Rizo, directivo de la Asociación de Cafetaleros de Jinotega.
Se han vuelto “haraganes”
Sevilla Kuan añade que la escasez de cortadores provocada por la migración hacia diversas actividades se suma que los programas asistencialistas y regalías del Gobierno han vuelto “haraganes” a los trabajadores del campo que en muchos casos prefieren quedarse en sus casas a la espera de la ayuda gubernamental.
En Jinotega, según Rizo, se requieren unos 75,000 trabajadores para recolectar y procesar la cosecha en cada ciclo productivo. De esa cifra, actualmente el sector estaría enfrentando un déficit de entre 30,000 y 40,000 trabajadores.
El dirigente de la asociación de cafetaleros de Jinotega advierte que si actualmente se están enfrentando problemas de mano de obra para recolectar la cosecha de café arábigo, en el futuro de cumplirse la meta de establecer hasta cinco mil manzanas de robusta los problemas de mano de obra serán más graves.
“Calculo que en dos o tres años la caficultura en el norte y Las Segovias va a sufrir un deterioro y alguien va a ser el responsable”, asegura Rizo.
Por su parte Alex Castillo, secretario de capacitación de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), confirma el déficit de mano de obra y lo atribuye a la falta de coordinaciones entre los cafetaleros y dicha organización.
“Otros años hemos hecho coordinaciones para trasladar a los trabajadores a las empresas más representativas en las que les tienen que respetar todos sus derechos, pero este año no nos pidieron que les buscáramos trabajadores y ahora parece que se están fregando. Y efectivamente la lluvia también ha estado provocando daños”, admite Castillo.
La ATC aún no cuantifica el déficit de mano de obra en las actividades cafetaleras, pero según Castillo es significativo ya que gran parte de los trescientos mil trabajadores agrícolas que en promedio emplea este sector en cada ciclo productivo han migrado hacia el corte del café robusta en Nueva Guinea —que sigue ampliando sus plantaciones y es menos frío que el norte y Las Segovias—, de naranjas en la zona de Río San Juan tanto del lado de Nicaragua como de Costa Rica, a occidente al corte de la caña que también está en zafra, y hasta a otros sectores como la construcción, por la abundancia de proyectos de infraestructura, ya que en todas estas actividades perciben mejores salarios.
Urge normativa
El secretario de capacitación de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), Alex Castillo, reconoce que la ausencia de una normativa salarial referida a las actividades relacionadas con la cosecha de café también han influido en la escasez de mano de obra que se enfrenta actualmente.
Desde octubre del 2010 el Ministerio del Trabajo (Mitrab) no ha convocado a los sectores para negociar la normativa salarial de la cosecha de café y se ha dejado abierta la posibilidad de que la paga se negocie directamente entre empleadores y trabajadores. Dicha normativa establecía el pago de 27 córdobas por cada lata de café cortado y otras prestaciones.