La cifra de personas quemadas con pólvora continúa en aumento en el país, lo que para el comandante Enrique Chavarría, del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua, en la mayoría de casos se debe a una indebida manipulación de la pólvora en las casas, cuyo resultado ha afectado más a la niñez.
Según la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, hasta ayer martes se contabilizaron 145 lesionados con pólvora. “Sigue aumentando el número”, dijo.
Para Chavarría, los padres de familia bajan la guardia en la vigilancia a los menores cuando encienden arbolitos de Navidad u otro producto menor, porque están entretenidos en otros aspectos de la casa para las fechas decembrinas y porque en los puestos de venta se ha logrado un efectivo control.
“Ahí es donde generalmente se producen los accidentes (en la casa), insistimos en que la pólvora debe ser controlada en todos sus aspectos, en su almacenaje, porque hay muchas personas que compran pólvora y en este tipo de almacén y venta hemos tenido un resultado positivo”, enfatizó Chavarría.
Aldry Flores, jefe de operaciones de la Cruz Roja Nicaragüense, explicó que los arbolitos de Navidad, en primer lugar, y las triquitraques en segundo puesto, son los dos explosivos que han causado en mayor número las quemaduras.
El problema, dijo Flores, radica en que los pobladores encienden el arbolito de Navidad y se quedan a la par, lo que no debería de ser así, por lo que recomendó alejarse por lo menos dos metros para evitar cualquier percance. Además debe tomar otras precauciones: el arbolito debe ser quemado en un espacio abierto, sobre el suelo y no encima de otro objeto.
La forma en cómo son quemados los triquitraques también afecta, puesto que se aprovecha el roce de la mecha con la caja de fósforos, y eso lo hacen los niños sin la supervisión de los padres.