El proceso de diálogo entre el gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega y la Organización de Estados Americanos (OEA) empezó el pasado 15 de octubre, con la firma de un acuerdo que contempla la presentación de un informe conjunto en tres meses. Sin embargo, el documento hace la salvedad de que “si no existe acuerdo para la presentación del informe, cada parte presentará uno por separado”.
El Gobierno y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, confirmaron ayer por separado la realización de una reunión el jueves 20 de octubre en Managua, con delegaciones designadas, pero no revelaron los aspectos abordados.
Dicho proceso de diálogo, que inició el 15 de octubre, es producto de un informe sobre el actual proceso electoral que envió la OEA a Ortega y del cual no se conocen detalles.
Almagro, en Miami, negó ayer que ese organismo promueva una política de secretismo en torno a ese diálogo, debido a que no se han revelado detalles del mismo.
Almagro: «No hay secretismo»
“No hay secretismo, ¿cómo va a decir que hay secretismo? El informe toma los puntos (de) los cuales tenemos responsabilidad en función del instrumento jurídico de la Carta Democrática Interamericana”, dijo Almagro, quien participó ayer en el foro ¿Democracias bajo amenaza?, al que también asistieron los expresidentes de siete países latinoamericanos.
El acuerdo contempla una visita de Almagro el próximo primero de diciembre “para entrevistarse con las autoridades nacionales y los partidos políticos” después de las elecciones nacionales del 6 de noviembre, señaladas por la oposición de ser una farsa electoral.
La reunión del jueves también es parte de este acuerdo, que está firmado por Almagro y el representante permanente de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada Colindres.
El acuerdo establece que “las partes se comprometen en apoyar el fortalecimiento de las instituciones democráticas del país, de acuerdo con los compromisos del Estado de Nicaragua, con los instrumentos normativos del Sistema Interamericano y su ordenamiento jurídico interno”.
Otros puntos del acuerdo
El acuerdo explica que se estableció “una mesa de conversación e intercambio constructivo integrada por tres representantes del secretario de la OEA y tres representantes del Gobierno de Nicaragua, los que serán designados mediante notas verbales”.
También manifiesta que “la referida mesa de conversación e intercambio constructivo iniciará sus reuniones el día 20/10/2016” en Managua, en referencia a la reunión ya realizada este jueves, “y posteriormente dos veces al mes en Managua o en Washington, según se acuerde”.
El pasado 16 de octubre se conoció que el gobierno de Ortega accedió a abrir un diálogo con la OEA a 22 días de celebrarse los comicios nacionales, en los que Ortega, en el poder desde el 2007, busca su segunda reelección.
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Esta noticia generó diferentes reacciones: una de estas es que Ortega quiere ganar tiempo para celebrar las elecciones, en las que él es el único con probabilidades de ganarlas, y hasta después realizar un diálogo, tal y como lo propuso su hermano, el general en retiro y exjefe del Ejército de Nicaragua, Humberto Ortega.
La iniciativa «Nica Act»
El interés de dialogar de parte de los hermanos Ortega surgió con la aprobación en el Congreso de Estados Unidos de la iniciativa de Ley que condicionaría los préstamos de organismos internacionales a Nicaragua, mejor conocida como “Nica Act”, que es una forma de sanción al gobierno de Ortega por las violaciones a los derechos humanos y la falta de transparencia electoral en los últimos comicios.
Acuerdo sin relación con elecciones, dice Herdocia
El especialista en Relaciones Internacionales, Mauricio Herdocia, opinó que este acuerdo no tendrá relación con las elecciones nacionales del 6 de noviembre.
“Lo que aquí han decidido es un calendario de reuniones que no guardan relación con la elección, que va a ser el 6 de noviembre”, expresó Herdocia.
También valoró que el hilo conductor de estas conversaciones “es analizar el conjunto del proceso electoral nicaragüense”.
En ese sentido, Herdocia cree que en estos encuentros se están “tomando en consideración los contenidos de los informes anteriores de la observación electoral de la OEA en Nicaragua y de la Unión Europea, posiblemente”.