Acoso y espionaje por parte de operadores políticos del partido de gobierno y un supuesto miembro del Ejército de Nicaragua hacia dos trabajadores de Confidencial, denunció este viernes 7 de octubre el periodista y director de ese Semanario, Carlos Fernando Chamorro.
Ante la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, Chamorro dijo que solicitaron acompañamiento de ese organismo para denunciar una serie de actos “que atentan contra los derechos constitucionales que protegen la libertad de expresión en nuestro país”.
“Nos referimos a acciones ilegales de intimidación y espionaje político, perpetrada por agentes que se identifican como oficiales del Ejército de Nicaragua y operadores del partido de gobierno FSLN en contra de trabajadores de Confidencial”, bajo su dirección, sostuvo Chamorro quien demandó el cese inmediato de esas prácticas ilegales.
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Señaló que en los últimos años la redacción de Esta Semana y Confidencial ha sido víctima de una escalada de intimidación, “instigada por la política oficial que persigue restringir la libertad de información y expresión en Nicaragua”.
En el caso de los dos trabajadores cuya denuncia no solo está en el Cenidh, sino que fue entregada en calidad de testigos al cardenal Leopoldo Brenes y monseñor Silvio Báez, según dijo se trata de personal administrativo y técnico de ese medio de comunicación que él dirige.
“Colaboración”
Explicó que en las últimas semanas de septiembre, dos trabajadores fueron contactados en diferentes momentos por un oficial del Ejército de Nicaragua y por operadores políticos del FSLN, ” para demandar colaboración en actividades ilegales de espionaje político”.
Los dos trabajadores rechazaron está propuesta ilegal, afirmó Chamorro.
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En uno de los casos uno de los trabajadores fue citado por dos personas que se identificaron como Rafael Moreno y Ramón Abarca, para abordar una supuesta oferta de trabajo. Se identificaron como operadores del FSLN, pero estiman que están vinculados a una instancia del Estado, quienes le solicitaron información sobre el medio de comunicación, registro de personajes que acuden, información de persona del gobierno que se reúnen con periodistas, del Movimiento anticanal entre otros.
¿Qué buscan?
Dos días después una persona que se identificó con un carné del Ejército como Walter Abarca, pidió al técnico que colaborara proporcionando información sobre condiciones de seguridad de las instalaciones de ese medio, sobre el entorno de trabajo de los periodistas, los asuntos que discuten y los temas que investigan los periodistas, entre otros.
“Ante la falta de institucionalidad estamos definiendo esta estrategia que es la denuncia pública…que es un mecanismo de defensa no formal de derechos humanos”, refirió la presidenta Cenidh, Vilma Núñez
Según Núñez, el Cenidh tendrá guardado los testimonios, en prevención de posibles represalias de parte de quienes les contactaron.
Y remitirá esta información al Relator de la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como a otras instancias internacionales no gubernamentales y de derechos humanos que puedan emitir alertas sobre esta situación.
Núñez señaló, que lo que queda demostrado con esta denuncia de Chamorro, “es que se comprueba que el espionaje es un método de represión instalado en el país”.