De convertirse en ley, la Nica Act que obligaría a Estados Unidos a vetar el acceso de Nicaragua a créditos en organismos financieros, crearía un impacto económico de tal magnitud que empujaría a más nicaragüenses a emigrar a Costa Rica, prevén expertos costarricenses.
“No cabe duda que estaríamos ante causas que podrían eventualmente aumentar la emigración internacional”, dijo Karina Fonseca, directora del Servicio Jesuita para Migrantes, sede Costa Rica.
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“Los nicaragüenses se verían aún más presionados a buscar condiciones de vida dignas y sin duda por la cercanía, los vínculos familiares, las similitudes culturales, el riesgo menor, costo de traslado (respecto otros destinos como EE. UU. o Europa) y sin duda una demanda de mano de obra en diferentes sectores productivos y de servicios; países como Costa Rica y Panamá serían puntos de atracción para una migración pues siempre ha estado presente y que por diferentes coyunturas pueda crecer”, añadió.
Con celeridad y unanimidad, la noche del 21 de septiembre, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la legislación Nicaraguan Investment Conditionality H.R.5708, conocida como Nica Act, la cual castiga a Daniel Ortega y su gobierno al ordenar que Estados Unidos condicione la aprobación de préstamos internacionales a favor de Nicaragua, salvo que el mandatario restablezca la democracia y realice elecciones libres, justas y transparentes.
“Yo no tendría ninguna duda de (afirmar) que esa (la Nica Act) es una muy mala señal. Las últimas decisiones (de Ortega) abonan en esa histórica inestabilidad que ha caracterizado a Nicaragua. Lo que no es tan fácil de asegurar es que eso va a producir (más) migración en el corto y mediano plazo. Sí se puede decir que todas estas decisiones (políticas) incentivan la incertidumbre acerca del futuro en Nicaragua que a veces han obligado a miles de personas a salir del país, porque esa es la única alternativa que va quedando”, dijo por su parte el sociólogo costarricense y académico de la Universidad de Costa Rica, Carlos Sandoval.
“Es muy importante que la comunidad internacional se manifieste sobre eso, que se manifieste la clase empresarial nicaragüense que tiene mucho poder y que hasta ahora ciertamente Ortega no los ha perjudicado mayormente y que la ciudadanía tenga un papel más activo en el debate público. Eso es importante aun cuando hay mucho control (del Gobierno) sobre espacios de discusión y de debate”, añadió Sandoval.
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Cerca de 300 mil nicaragüenses actualmente viven en Costa Rica, de acuerdo con el Instituto de Estadísticas y Censos. Además, hay otra cantidad no cifrada de trabajadores que viajan a este país durante la temporada agrícola.
Costa Rica es un destino histórico
Desde finales de la dictadura de Somoza en los años setenta y durante la revolución sandinista de los ochenta, Costa Rica recibió a miles de nicaragüenses como refugiados.
Luego la migración nicaragüense hacia este país creció por razones económicas, al no haber en Nicaragua principalmente empleo.
Según datos de la DGME, en 2013 entraron a Costa Rica 480,123 nicaragüenses y salieron 482,416.
En 2014 ingresaron a Costa Rica 467,410 nicaragüense y salieron 461,127. En 2015, la cifra siguió bajando aún más, con 447,803 ingresos y 449,083 salidas.
La mayoría de estos movimientos se ha presentado por la frontera de Peñas Blancas, de acuerdo con las estadísticas.