El presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, abogó este lunes por una mayor independencia entre los poderes del Estado para atraer mayor inversión extranjera, que ayude a elevar los bajos niveles de productividad de la economía.
“Se tiene que mejorar la independencia de poderes (del Estado), es fundamental, tenemos que tener una independencia de poderes para que (el país) se vuelva atractivo y el inversionista sienta que va a venir a invertir a un país donde los poderes verdaderamente son independientes”, afirmó Healy durante una reunión que sostuvieron autoridades del Banco Central de Nicaragua con la empresa privada en Managua.
Healy reconoció que para lograr la independencia de los poderes del Estado “hay que hacer un trabajo fuerte”, pero que es necesario hacerlo para que la inversión pueda influir y ayude a mejorar los bajos niveles de productividad que agobian a la economía nicaragüense.
EMPRESA PRIVADA DISPUESTA A SEGUIR TRABAJANDO
En cambio señaló la empresa privada está dispuesta a seguir trabajando para que la economía crezca, reafirmó.
Las calificadoras de riesgo Fitch Ratings y Moody’s Investors Service recogieron en recientes informes que generalmente sirven de referencia para los inversores, la convulsión política que sacudió al país con la expulsión de 28 diputados independientes de la Asamblea Nacional y el nombramiento de la primera dama Rosario Murillo como candidata a la Vicepresidencia de la República.
“(Debido al) impacto de los acontecimientos políticos en las expectativas del inversor es demasiado pronto para discernir”, apunta Fitch en su reporte al tiempo que menciona la consolidación y control de las instituciones públicas por parte del presidente inconstitucional Daniel Ortega Saavedra.
CONTROL TOTAL EN PODERES
Los poderes del Estado están controlados en Nicaragua por el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), según organismos de la sociedad civil y políticos opositores. La mayoría de los magistrados de la CSJ se definen como militantes del FSLN e igual pasa con los magistrados del Consejo Supremo Electoral. Luego de la destitución de los 28 diputados opositores, a pesar de que el FSLN era desde entonces mayoría, el oficialismo se quedó sin contrapesos en todos los poderes.