1. Religión. Roberto Rivas es muy cercano al cardenal Obando y Bravo, pues la madre de Rivas lleva casi 50 años sirviendo al religioso. Se ha dicho que esa alianza hace del magistrado un “personaje intocable”.
2. Corrupción. LA PRENSA ha publicado una multitud de desvaríos políticos y económicos protagonizados por Rivas, entre los que destacan el rápido enriquecimiento del magistrado y las compras de varias casas, un BMW, un Mercedes Benz, un Porsche, tres aviones, etc.
3. Opulencia. Un extrabajador de Rivas reveló que en la mansión del magistrado en Costa Rica hay ocho habitaciones, dos alcobas para huéspedes y 15 empleados que duermen en camarotes y deben vestir guantes blancos.
4. Milagro. Si Rivas pagó su casa de Costa Rica, valorada en tres millones de dólares, con su salario oficial de jefe del CSE, tuvo que ahorrar su sueldo de forma total por 50 años, pues supuestamente gana 5,000 dólares al mes.
5. Estilo. El magistrado tiene buen gusto para movilizarse. En su colección posee dos jets privados, pero ha llegado a tener tres aviones valorados en 2.3 millones de dólares, según una investigación de LA PRENSA en 2009.
6. Misterio. Nadie sabe de dónde sacó su fortuna ni cuánto tiene en total. Su declaración de probidad es uno de los secretos mejor guardados por la Contraloría General de la República.
7. Matemáticas. Rivas nunca fue un muy buen matemático. En 1970, cuando era un adolescente, reprobó esa asignatura en cuarto año de secundaria, según entrevistas con amistades y familiares.
8. Comodidad. Cuando don Roberto desea vacacionar en Nicaragua puede hacerlo en su moderno caserón con insuperable vista a la bahía de San Juan del Sur. Esta propiedad apareció en el programa de televisión House Hunters y está valorada en 835,000 dólares.
9. Exonerado. Cuando Rivas y su familia mandaron a traer 14 vehículos a Nicaragua en 2009, él logró un descuento de cinco millones de córdobas en impuestos.
10. Fraterno. Laureano y Maurice, dos de los hijos del presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, vivieron por un tiempo en la mansión de Rivas en Costa Rica, mientras cursaban la universidad.