Una de las principales líderes indígenas en Centroamérica y luchadora de sus derechos sociales y ambientales, Berta Isabel Cáceres Flores, fue asesinada a tiros ayer en su natal Honduras, un crimen que ha causado indignación en distintas partes del hemisferio americano.
Cáceres, indígena lenca de 43 años y galardonada en 2015 con el reconocido premio Goldman por su defensa del medioambiente, fue asesinada de madrugada en su casa en la ciudad de La Esperanza, a doscientos kilómetros al noroeste de Tegucigalpa, informaron autoridades.
Madre de cuatro y fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh), Cáceres había denunciado varias veces que era objeto de amenazas de muerte por parte de la Policía, el Ejército y grupos de terratenientes.
El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, indicó que más de dos asesinos rompieron la puerta de la vivienda, ingresaron y le dispararon a la activista. La Fiscalía reportó que el cuerpo de la líder indígena lenca presentaba cuatro impactos de bala.
MEXICANO, TESTIGO CLAVE
En el ataque resultó herido de bala el mexicano Gustavo Castro Soto, quien está fuera de peligro. Él es un sociólogo fundador y director de las organizaciones civiles Otros Mundos de Chiapas y Amigos de la Tierra México.
Castro presenció el asesinato y es un testigo clave que podría aportar elementos que permitan esclarecer el crimen, por el que ya hay una persona detenida y que es investigado por un decena de expertos hondureños y extranjeros.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, aseguró en un mensaje a la nación que “todos los cuerpos de seguridad del Estado tienen la orden de dar con los autores del crimen y capturarlos”.
Informó que “EE.UU. ayuda en el caso” e invitó a otros países “a sumarse a esta noble causa”.
BAJO AMENAZA
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) señaló que Cáceres “se había movido a una casa de seguridad tratando de protegerse de militares y secuaces de los inversionistas de las represas”.
El coordinador general del Gobierno, Jorge Alcerro, dijo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó a Cáceres medidas cautelares por las amenazas, pero no explicó por qué la mujer no tenía protección policial.
El ministro Pacheco explicó: “Inicialmente le asignamos policías para protegerla, pero ella nos pidió que fuese retirado ese servicio porque le molestaba”.
Aseguró además que la casa que Cáceres tenía registrada en la colonia El Calvario no es la misma en que fue asesinada, en el residencial El Líbano.
POLÉMICO PROYECTO
Cáceres obtuvo el Goldman por su campaña contra un polémico proyecto hidroeléctrico, financiado por el Banco Mundial (BM).
En esa oportunidad Cáceres organizó al pueblo lenca, la mayor etnia de Honduras, para protestar contra una represa. La campaña logró que el constructor más grande de represas del mundo, la compañía estatal Sinohydro, de China, retirara su participación en el proyecto hidroeléctrico.
La Corporación Financiera Internacional, institución del BM que invertiría en la obra, también abandonó la iniciativa. La represa se construiría sobre el río Gualcarque, sagrado para las comunidades indígenas y vital para la supervivencia de esos pueblos.
ATERRADORA IMAGEN
Amnistía Internacional (AI) señaló que el asesinato muestra “una aterradora imagen de los peligros” que enfrentan los defensores de derechos humanos.
“La muerte de Berta tendrá un impacto devastador en multitud de activistas y organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, que han trabajado con ella para garantizar la protección de los derechos de algunos de los pueblos más vulnerables de América”, comento AI.
GOBIERNOS y DICAPRIO
El asesinato de Berta Cáceres generó ayer el repudio de activistas, organismos humanitarios y gobiernos de distintos países, entre ellos EE.UU. y Venezuela. La Comisión Internacional de Juristas (CIJ) condenó “enérgicamente” el homicidio, lo mismo hizo el Sistema de las Naciones Unidas en Honduras.
El actor y reciente ganador de un Óscar, Leonardo DiCaprio, lamentó en las redes sociales la muerte. “El mundo ha perdido a una líder indígena increíble. Todos debemos honrar las contribuciones valientes de Cáceres”, escribió en Instagram.
PLATÓN EN MANAGUA
Representantes de organizaciones feministas, indígenas y de medioambiente realizaron un plantón frente a la Embajada de Honduras en Nicaragua para exigir justicia al Gobierno de ese país por el asesinato de Cáceres.
Los activistas dirigieron una carta al presidente hondureño, así como otra a la embajadora de Honduras en Nicaragua, Diana Valladares, en demanda del esclarecimiento del crimen.
Entre los manifestantes había representantes del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Cladem Nicaragua, Iniciativa de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, Consejo en
Defensa de la Tierra, Fundación Popol Na y Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM).Elízabeth Romero