La actuación de Adele en la gala de los Grammy 2016, el pasado lunes 15 de febrero, estuvo plagada de problemas de sonido, pues el micrófono del piano se cayó y golpeó las cuerdas del instrumento desafinándolo, además de que los niveles de volumen variaban.
Por tal razón Adele se sintió tan avergonzada que se pasó un día entero llorando. “Me sentí muy avergonzada. A la mañana siguiente me desperté y la gente en Inglaterra no paraba de decir: todavía te queremos, no te preocupes. Y yo pensaba: no les pregunté si todavía me querían pero gracias. Fue muy embarazoso. Básicamente ayer me pasé todo el día llorando, no paraba de hacerlo sin previo aviso. Pero no pasa nada, todo está bien”, confesó la intérprete en el programa de Ellen DeGeneres.