Parejas tóxicas son aquellas que, lejos de proporcionar una experiencia de satisfacción y de plenitud, van minando cada vez más la autoestima y la vida de la persona o personas que las conforman.
Es decir, son aquellas cuyos efectos resultan nocivos para la salud emocional, o incluso para el proyecto vital.
Las relaciones tóxicas no se reconocen por lo aparente, sino por el rastro que van dejando, y por lo que se va sintiendo cuando se está involucrado en ellas.
En apariencia, pueden ser maravillosas y llenas de golpes de efecto. Pero el cerebro siempre avisa: migrañas, dermatitis, dolores estomacales… Hay casos en los que se puede solucionar, pero hay que mentalizarse de que hay que introducir muchos cambios, y muy importantes, en la forma de comprender e interpretar lo que significa una relación amorosa y, en general, las relaciones de cualquier tipo a lo largo de la vida.
Introducir estos cambios necesita de mucha voluntad, tiempo, y tener las cosas muy claras. En otros casos, si la toxicidad es alta y grave, la recomendación es romper de raÃz.
¿Hay solución? Con un buen contexto de apoyo, se puede salir, pasar página, y mirar al futuro con la ilusión renovada… y más sabidurÃa, seguro.